El, un Chico misterioso.

Capítulo 4.

La semana estuvo aburrida, siquiera quise ver al chico misterioso, no había escuchado su nombre. ¿Raro, no? hasta el día de hoy, un nuevo profesor se presentaría en clase de computación.

-Buenos días alumnos, mi nombre es Ricardo Almendrares, pueden decirme Ricardo si gustan. El día de hoy trabajaremos en parejas. Yo los colocarse por apellido..

y el profesor comenzó su larga lista, ana era una de las primeras ya que su nombre era Ana Basso.

Y dijo un nombre desconocido. Ninguno de los profesores había llamado a los alumnos, hasta el día de hoy viernes.

-Mata heller con la señorita Amy Hamilton.

¿Matt? ¿Quien era el?

El aula de computación era super espaciosa, se encontraban unas 40 computadoras y el espacio era para 2 o 3 personas.

Sentí com alguien se sentó al par mío.

No hablo, era el. ¿Su nombre era Matt? Demasiado dulce para un hombre tan cruel y serio.

Su presencia, me molestaba. Sentía como que quería estar con el abrazando.. besarlo ..

¿Que estupideces piensas, Amy?

El profesor daba indicaciones de como hacer el trabajo. Nuestro trabajo era hacer una página Web. así que pensé en hacer un Blog de libros hacer reseñas, etc. Tal ez así comienza mi carrera como escritora.

-Podemos hacer un Blog de-Las palabras salieron de mi boca sin siquiera pensarlo, tonta amy.

-Haz lo que desees, yo sólo veré como haces el trabajo. -Dios, estaba apuntó de decirle al profesor sobre el cambio de compañero. Pero no quería, lo quería aquí, conmigo.

Rode los ojos y empecé a hacer lo que el profesor indicaba.

El timbre sonó y fui una de las primeras en salir, me encontré con ana.

-Con que te roca con el guapo de Matt, no había escuchado su nombre, es sexy... -Río ana-

-Estaba pensando en cambiar de compañero..

-No lo hagas, aprovecha estar con ese chico. ¿Acaso no lo haz visto?-Demasiado, diría yo.. -Tiene buen cuerpo, ojos color miel, aspecto de latinoamericano perfecto pesar de que es de Canadá.

-¿Como lo sabes? -Pregunté sorprendida-

-Soy una de las mejores investigadoras de Miami, la verdad que su nombre no lo sabía.

-Estás algo decente ana, vamos.

Ana me acompañó a casa, ya que eligiriamos la ropa que estaríamos para la fiesta, el disfraz. Mi madre nos dio su tarjeta de crédito para comprar, aquí Miami, en algunos lugares era permitido que menores de edad como nosotros compraramos con tarjeta.

-¿Haz pensado en que disfrazarte? -preguntó ana, mientras nos montábamos al Mustang de mi padre, el chofer nos llevaría.

Sí, lo admito mi familia es poderosa, igual que la de ana.

-No, cuando llegue decidire. Faltan 3 horas para la fiesta, y estas loca si piensas que usarse maquillaje..

-Ya veremos señorita Amy.

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