08.

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- D. Usagi.

Viernes, habíamos entregado a tiempo el bendito trabajo con Ryota-nii, el cual lo habíamos terminado el día anterior a las 3 de la mañana. Las ventajas de que te mejor amigo viva cerca de tu casa eran muchas, como el terminar trabajos a último momento y que ninguna de nuestras madres tuviera problemas de amanecer en la casa del contrario.


Prácticamente veía a Kise todos los días de la semana, la paciencia que tengo cuando se trata de él es única.

Ese día, podía disfrutar por fin de una tarde libre aunque tenía enormes ganas de dormir hasta la noche ya que nos contábamos más deberes, habíamos dado algunos exámenes y el entrenador considero que lo mejor sería que descansemos. Que excelente idea, por supuesto.

Aunque cuando estaba saliendo de la escuela con mis cosas recibí una llamada telefónica la cual no esperaba del todo.

- ¡Hey! Necesito ver a mi mejor amiga. Así que no te tardes.

- P-Pero. . . Haru-nee. .

- ¡Por favorrr! ¡Es mi último día de vida y preparé tus galletas favoritas.

- Esta bien, ya voy.

Y fue así como sacrifiqué de forma obligada mi tarde de anime, pockys y mi cama por visitar a mi mejor amiga, Midorima Haruko.

Exacto, prima de Midorima Shintaro.

Esperé fuera de su departamento unos cuantos segundos luego de tocar el timbre y se abrió la puerta principal frente a mi, donde pude visualizar a un chico de cabellos verdes cortos, ojos del mismo color y unos anteojos. Su semblante era serio como esperaba, al menos me alegraba que no hubiera cambiado del todo en un año.

- ¿Qué haces aquí? - Me preguntó el peliverde con toda la seriedad posible.

- Muevete, Shintaro-nii. Tu prima me dijo que venga.- Respondí.

El peliverde suspiró y se hizo a un lado para que me adentrara en el apartamento que compartía junto a su prima, la cual se encontraba en la sala de estar colocando una enorme jarra de jugo de naranja y las galletas que me había prometido.

Más alta que yo, su largo cabello castaño era sostenido con una perfecta coleta alta donde se veían unos cuantos reflejos rubios que le quedaban bien por su color de piel, ojos verdes como los de su primo, delgada, con una cintura y unas caderas perfectas que era la envidia de todas las mujeres.

Envidiaba a dos mujeres por su físico. Satsuki-nee y Haru-nee con sus cuerpos que eran hasta la envidia de cualquier actriz americana.

Digamos que yo soy una delgada zanahoria, en fin.

- ¡Usagi-chan! - Comentó animada mi mejor amiga antes de acercarse a mi y abrazarme, y aunque estuviera muerta de sueño, no dude en abrazarla.

Extrañaba tanto a esta mujer.

- Dan asco, dense cariño en otro lado. - Interrumpió Midorima nuestro "reencuentro" luego de semanas sin verla. Noté que atrás de él se encontraba un chico de cabellos negros mirándonos sin entender mucho, supuse que era uno de sus compañeros del instituto.

Play with me ┊Izuki Shun┊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora