Capitulo 3
Como norma general, los miembros de la iglesia Católica no bailan, sin embargo, aquella no era una regla estricta. El reverendo que había precedido a Scott adoptó un enfoque más laxo sobre la asistencia a bailes en el instituto siempre que los alumnos estuvieran acompañados por algún adulto, así que esos bailes se habían convertido en algo tradicional entre la congregación.
Louis era seguramente el único chico que no había asistido a ningún baile en el instituto, y con toda franqueza, no estaba seguro de si sabía bailar. He de admitir que también estaba preocupado por cómo iría vestido, aunque no me atreviera a decírselo. Cuando asistía a actos sociales en la iglesia —promovidos por Scott— normalmente llevaba un viejo abrigo y un pantalón que veíamos en el instituto todos los días, pero se suponía que el baile de inauguración de curso era una celebración especial.
La mayoría de las chicas se compraban un vestido nuevo, y los chicos iban con traje, y aquel año los organizadores habían contratado a un fotógrafo para que inmortalizara a los asistentes. Sabía que Louis no pensaba comprarse un traje nuevo, pues no era, exactamente, rico. No se ganaba mucho dinero con el oficio de reverendo, pero era evidente que los que ejercían la profesión no lo hacían por motivos económicos, sino por una compensación más bien a largo plazo; no sé si me entiendes. Pero yo tampoco quería que Louis asistiera con el mismo atuendo insulso que llevaba en el instituto todos los días; no tanto por mí —no soy tan superficial—, sino por lo que dirían los demás. No deseaba que la gente se riera de el ni nada parecido.
La buena noticia, si es que había alguna, era que Niall no me molesto demasiado con lo de Louis, porque estaba ocupado pensando en su propia pareja. Iba a asistir al baile con Celine, la jefa de las animadoras del equipo de fútbol.
No es que fuera la chica más espabilada del instituto, que digamos, pero era bonita. Bueno, tenía las piernas bonitas. Niall sugirió que fuéramos los cuatro juntos, pero rechacé su propuesta: no quería arriesgarme a que se burlara de Louis ni nada por el estilo. Era un buen chico, pero a veces podía ser un poco desalmado, especialmente después de tomar unos tragos de bourbon.
El día del baile fue bastante ajetreado para mí. Me pasé casi toda la tarde ayudando a decorar el gimnasio, y tenía que ir a buscar a Louis media hora antes porque su padre quería hablar conmigo, aunque no sabía de qué. Louis me lo había anunciado el día anterior, y no puedo decir que la idea me entusiasmara mucho. Suponía que Scott me iba a hablar de la tentación y del camino del mal al que, irremediablemente, nos podía conducir la tentación. Si sacaba a colación el tema de fornicar, sin embargo, sabía que me daría un patatús allí mismo. Pasé el día rezando con la esperanza y evitar esa conversación, pero no estaba seguro de si Dios atendería mis plegarias, dada la situación; no sé si me entiendes, me refiero a la forma en que me había comportado con Scott en el pasado. Solo con pensar en ello, me ponía aún más tenso.
Después de ducharme, me vestí con mi mejor traje, pasé por la floristería para recoger el ramillete de Louis y conduje hasta su casa. Mi madre me había prestado el coche. Lo a parque en la calle justo delante de la casa de Louis. Recorrí a paso ligero las resquebrajadas baldosas hasta su puerta. Llamé y esperé un momento, luego volví a llamar. Al otro lado oí que Scott decía: «¡Ya va!», aunque la verdad es que no se apresuró a abrir la puerta. Probablemente permanecí allí plantado unos dos minutos, con la vista fija en la puerta, en las molduras, en las pequeñas grietas de los marcos de las ventanas.
En la otra punta del porche, vi las dos sillas en las que Louis y yo nos habíamos sentado unos días antes. La silla en la que yo me había sentado todavía estaba girada en la dirección opuesta. Supongo que no se habían sentado allí en los dos últimos días.
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Deep remembrance || Larry Stylinson
ФанфикLouis era la última persona de la que se enamoraría Harry. Demasiado serio y conservador para su gusto. Hijo de un pastor de la iglesia católica, Louis no tenía miedo de manifestar que la fe era lo más importante en su vida, aunque ello le costara l...