Reflexiones de medianoche

Capítulo con tu nombre

Tanto que me recuerda a tí, tanto que comparo mi presente con mi pasado contigo, tanto que sale tu nombre de mi boca y, aun así, me he dado cuenta que no te pienso.

Pienso en lo que era, en los hechos, no en tí, y hoy, por una extraña razón un recuerdo se ha asomado a mi mente. Tu mirada, tu olor.

Me he vuelto a ver traspasando el umbral de tu puerta, saludandote con un pequeño beso y sintiedo tu olor, el tacto suave de la camiseta que llevabas puesta aquél día. He recordado tu voz pronunciando mi nombre, susurrándome en la oreja todo lo que me querías, diciéndome que nunca volverías a amar como me estabas amando.

Te he visto pasear por tu casa con ese extraño andar tuyo y la espalda un poco corbada, todos esos defectos que te definían, y que yo, en tono divertido intentaba rectificarte.

Tu recuerdo ha conseguido que mi corazón pegáse un vuelco, que muriera de ganas por ir a verte y hablar contigo unos minutos, bien, sin odios ni rencores.

Mi presente ahora es otro, que me encanta, y, me atrevo a decir que me gusta casi incluso más que el que tenía contigo. Pero, un día me hiciste feliz, muchísimo, y solo por esto me encantaría poder volver a charlar contigo un rato, que me contaras todo, sin reprimirnos nada.

No quiero palabras de amor, ni besos, ni caricias, pero sin embargo quiero dar por bien terminado el capítulo en que se cruzaron, mágicamente, nuestras vidas.

Te quise.