Reflexiones de medianoche

Como era sol de verano, se despidió con el otoño

Si ya lo sabía,
Des del principio supe que no eras de despedidas,
Que no era tu fuerte el decir adiós, alargarlo, o sufrirlo
Eras más de un "hasta luego" rápido, aunque se tratase de una eternidad el tiempo que pasaría hasta que llegara el "luego"
Pero sabes, yo nunca fuí de quedarme con las manos vacías.
Pasaron cinco años antes que pudiera recibir "su" despedida. Pero la conseguí,
No creas que vas a ser diferente
No soy de ser breve
Y aun que se que la tuya es la mejor salida
Necesito un ultimo abrazo.
El problema es que tu no eres ellos
Por tí no voy a esperar cinco años, cada cual tiene su tiempo límite y el tuyo no pasa de esta semana.
Empiezo a comprender que esto del tiempo es una basica regla de tres un "cinco por cinco".
Si no hay un adiós ahora, me sabe mal, pero no podrá haberlo.
Tu recuerdo ya me parece borroso,
Las palabras se me confunden
Solo han pasado 4 días (los que tardaste en decirme "te quiero")
Así que,
solo por si acaso,
Voy a despedirme primero:

Gracias, me ilusionaste, me abriste los ojos, me hiciste feliz y el tiempo nos apagó, supongo que esta es la función del destino (y empiezo a creer en él), una vez me hubo quitado la venda ya no necesitó una luz que me ayudara a seguir en la oscuridad. Por eso terminó, lenta y suavemente
Y, como era sol de verano, se marchó con el otoño. Cada uno por su camino, mi ángel, tal vez volvamos a encontrarnos más tarde, cuando haya terminado la semana.

Lo dejo en tus manos,

"Hasta luego"