Él

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Ése, el culpable que me desmintió todo lo que pensaba, el que rompió mis esquemas, quien me demostró que amar no necesita tan largo proceso como yo creía.

Ése, el que no puedo dejar de mirar, quien no quiero soltar jamás, ése que solo con rozarme me toca entera, que deja que me pierda en sus brazos, en sus ojos, en sus labios para luego venir a buscarme.

Ese, ése es él, mi él.

Reflexiones de medianocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora