33

95 14 18
                                    

Narra Andrea

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Narra Andrea

La pelicula a la cual me ha traido Christopher a ver, es la primera pelicula de la saga destino final, va de un chico que esta en un avion con todos sus compañeros de clase, y tiene una premolición, ve que el motor del avión falla y todos mueren. Él lo ve estando ya dentro así que antes de despegar, para todo y sale de este y con él unos pocos más.
Como el vió, el avión falla y todos mueren.
El chico cree que él y los que salieron del avión junto a él se habian salvado pero llega a la conclusión de que la muerte tenía una lista, y como él lo ha evitado van a ir a por ellos en orden de asientos del avión.
Empezará matando a los que se sentaban en la parte izquierda del avión, ya que esa parte es la que se destrozó antes.
Van a empezar a morir todos por orden de asientos y el chico intenta evitar las muertes de los otros.

Al acabar la pelicula salimos del cine, cojo el movil y miro la hora, 17:50.

-¿Te apetece ir a dar una vuelta? -me pregunta el chico rubio que tengo a mi lado.
-Mmm... vale, total, tampoco tengo nada que hacer en casa -le sonrio y el me la devuelve.

Empezamos a caminar sin un destino fijo.

-¿Puedo preguntarte cosas para conocerte mejor?
-Claro, preguntame lo que quieras. -Le contesto.
-A ver, dejame pensar... ¿Cual es tu sabor de helado preferido?
-Oreo, ¿y el tuyo?
-Menta, espera aqui un momento. -entra en una especie de bar-cafeteria y yo me quedo fuera esperandolo.

Al rato vuelve y veo que lleva dos helados en la mano, uno de cafe y el otro de oreo, no puedo aguantarme y esbozo una sonrisa. Al darmelo le miro.

-¿Qué? -me pregunta.
-Dos cosas, ¿me quieres poner gorda? Primero la comida, luego las palomitas y ahora el helado -le miro divertida y el me sonrie esperando a que continue hablando -y la segunda, ¿no me acababas de decir que tu preferido era el helado de menta?
-Si te pones gorda, nos vamos a correr juntos por las mañanas. -me sonrie -y lo del helado... fijate que no les quedaba de menta pero de oreo si, y pues me he cogido el de café.
-¿Correr por las mañanas? Dios que pereza, prefiero quedarme tumbada en la cama.
-Un dia vendrás conmigo.
-Ya veremos.

Seguimos hablando de temas al azar, mientras caminabamos, hasta que el se paró y me miró.

-No me habia dado cuenta, ya ha anochecido, sera mejor que te lleve a casa.

Asentí y volvimos donde el coche habia sido aparcado anteriormente. Eran casi las 9:30, tampoco era tan tarde, pero no queria llevarle la contraria, a lo mejor tenia cosas que hacer.

Subimos al coche, nos pusimos cada uno su cinturón y encendió la radio.
El trajecto me lo pase mirando por la ventana. No hablamos, pero tampoco era un silencio incomodo, al contrario, era bastante agradable.

Al llegar él se bajó del coche y me abrió la puerta, acto que me extrañó, ya que no lo habia echo antes. No le di importancia y salí del coche.

Me acompañó hasta el portal, y lo miré.

-Me lo he pasado muy bien -le comenté.
-Y yo, espero que podamos quedar otro dia. -Dicho esto se acercó a mi y me dio un pequeño beso en los labios -que descanses.

Vi como volvia a su coche, arrancaba y se iba. Yo me quedé allí parada unos segundos, no me podia creer lo que acababa de suceder.

Entré en cuanto sentí el frio chocar contra mi piel, por las noches refrescaba bastante.

Entré en el ascensor y al llegar a mi planta, abrí la puerta de casa.

Edward estaba sentado en el sofá, pero no estaba solo, habia un hombre a su lado.

The KingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora