xv.

668 55 4
                                    

Querido L;

Me invitaron a una fiesta. No quería ir, pero Fernando quiso acompañarme. Tú estabas ahí también, con esa chica.

La fiesta se veía bonita. Todo estaba lleno de globos y luces, y las personas bailaban en una pista de baile improvisada. La música estaba tan alta que acabó mareándome. Fui al baño para lavarme la cara y despejarme un poco.

Nunca pensé que vendrías detrás de mí.

—Anna, ¿por qué me ignoras?—me dijiste.

No contesté.

—Anna...

—Déjame en paz.

—Tú no eres así, Anna. Anna, cariño, Anna...

—Deja de decir mi nombre-respondí mientras lavaba mi rostro con agua fría.

—Por favor, Anna...

—¿Qué está pasando aquí?

Esta vez, no era tu voz...
Era la de Fernando.

Cartas para L.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora