Capítulo IV : El reloj

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- No podemos salir por ahí nos verían enseguida.
- Pues habrá que encontrar una salida trasera.
- Este muro parece algo inestable, podríais tirarlo abajo.
- Tiene razón.
- La sutileza es lo primero como siempre.
Sullivan y Sam hicieron presión en el muro que Cassie había señalado. Y como habían previsto el muro cayó. Cuando ya estaban suficientemente lejos fueron a él hotel donde se hospedaban Sam y Cassie. Ella fue mandada a dormir, Sam y Sully subieron a la azotea de el edificio.
- París es hermosa de noche ¿verdad?
- Víctor...¿Por que esa vieja sigue viva?
- Directo a él grano...¿Eh?
Decía Víctor mientras sacaba uno de sus puros.
- ¿Vuelves a fumar?
- Con lo que llevó encima era imposible no volver a hacerlo. Son lo único que me mantiene cuerdo...Mira cuando fui a Portugal a reunirme con un contacto, Marlowe apareció y me secuestro y decía que le dijera donde estaba Nate...
- ¿Por que Nate?
- Segun ella, el tiene una especie de reloj de bolsillo que...
-¿Que?¿Que hace ese reloj?¿Sully?
- Resucita a los muertos...
- Estas de broma.
- Ojalá.
- Como puede existir tal cosa...
- Chaval, después de haber visto zombies, guardianes y arañas gigantes, me creo cualquier cosa.
- Tenemos que impedirle que logre conseguir ese reloj.
- Perdóna "tenemos", no ni de coña.
- ¡No vas a hacer esto solo!
- Esto es culpa mía, Sam.
- Pero...
- Y lo último que quiero es involucraros a ti y a Cassie.
- Ya lo hemos echo nosotros, Victor, estoy seguro de que esa mujer no quiere eso para hacer el bien.
- Eso es obvio pero...No quiero hacerle esto a Nathan y Elena...
- Ella es mayor para saber lo que quiere hacer. Además Nate era menor cuando iba contigo de aventuras.
- Era diferente.
- ¿Por que? ¿Es por que es una chica? Te has vuelto machista Sully, Cas es dura de pelar.
Víctor soltó una leve risa y miro a él cielo con cierta nostalgia en la mirada.
- Conociendo a su madre eso se veía venir, no es por eso...es que cuando Nate era pequeño yo era joven.
- Oh vamos Sully, estas echo un toro.
- Si bueno, como un toro viejo.
- Víctor...
- Está bien...lo haremos juntos.
- Gracias por dejarte querer.
Sam se acercó a él y le arrebató el puro de la boca provocando una sonrisa en ambos.
- Esto no se mete en la boca, caca.
Decía mientras lo tiraba al suelo y lo pisaba. Se dio media vuelta y fue a dormir. Dejando a él anciano sonriente.
continuará...

Uncharted 5 : El Secreto De DrakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora