CAPÍTULO ONCE

15 2 1
                                    

Martes en busca del candidato perfecto.

Aileen suspiró posiblemente por séptima vez. Hoy habían salido unos minutos más temprano de trabajar gracias a Martín, el abuelo de Jacobo.

Todos desconocíamos de dónde Giselle había sacado un tablero y marcador pero ahí lo tenía, anotando los nombres de aquellos chicos con los que Aileen ha salido:

Ramón: el músico.

Tobías: el escritor.

Rafael: el cantante.

Ian: el jugador de lacrosse.

Samuel: el futbolista.

Marcos o Mateo: el inocentón.

—Qué lista tan larga. —Dijo Giselle al terminar de apuntar los nombres en el tablero. A ella se le hacía larga porque en lo que llevaba de vida sólo había tenido un novio.

—La verdad es mucho más larga pero no recuerdo el resto de nombres. —Contestó Ail arrugando la nariz—. Pero ninguno de los que anotaste nos sirve para esto.

—¿Estás segura? ¿Qué hay del último, Marcos o Mateo?

—No Gis, ningún chico en sus cinco sentidos le haría un favor como este a alguien que les dejó de la forma en que yo lo hice.

—¡Está bien! —Marcó una gran equis en todos los nombres, suspirando aburrida—. Esto de conseguirte novio es más difícil de lo que pensé.

Aileen rió. Justo en el momento en que Rufus se le iba a echar encima se levantó, cogiendo su bolso.

—¿Y ahora a dónde vas? —Preguntó Giselle.

—A trabajar, querida. Esa era otra cosa que me había faltado contarte, trabajó de martes a jueves en un bar.

—¿Como stripper? —Los ojos de Giselle brillaron con sorpresa y fascinación.

—¡No! Sirviendo copas. —Rió Aileen, dándole un beso en la mejilla antes de irse.

***

—No puedo creer que me haya hecho esto. —Gruñó Eden enojado. El tener una hermana de dieciséis que aún no está terminada de criar era difícil.

Era de noche y Pamela aún no llegaba a la casa, le había dicho en un mensaje que haría tareas donde una amiga, pero ya se podía imaginar donde habían terminado luego de las tareas.

—Bueno hermano, es joven y va a querer divertirse. Tú hacías las mismas cosas a esa edad. No debería sorprenderte que quiera experimentar que es estar en un bar. —Dijo Goat a través del teléfono.

—¿Y tú de qué lado estás? —Al oír la voz ofendida de su mejor amigo rió.

—Del tuyo, lógicamente.

—Entonces te estoy esperando para que me ayudes a buscarle. —Dicho esto Eden colgó. Se colocó la chaqueta y salió de la casa, sabía el lugar donde podía estar Pamela. Le había oído hablar sobre el con su amiga, más no se imaginó que lo visitaría haciendo de las suyas, como si no hubiera un mayor en casa. 

¡Increíble, su primera escapada! ¿Qué viene después, faltas a clases y un noviecito univeristario? Pensó Eden muy enojado. Así como estaba, en cualquier momento se le saldría el lado de la abuela.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 30, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

UNA GRAN MENTIRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora