The Unusual Suspects || Superwholock (Traducción en español)

Capítulo 2. Superstition.

—Si hubiera sabido que iban a traer amigos hubiera hecho algo más.

—Esto es más que suficiente, señora Hudson. —Dijo John sonriendo mientras ella les llevaba una bandeja de plata con una tetera de porcelana, tazas y galletas alrededor. John hizo rápidamente un lugar en la mesa justo a tiempo para que ella la colocara.

Dean miró a la tetera y le sonrió a la señora Hudson. —Lo siento, ¿tiene algún café, o...?

—Soy su casera, querido, no su ama de llaves —dijo ella, acariciando su hombro—, pero voy a poner la cafetera. Sólo esta vez.

—No, no, no tiene que hacerlo —dijo Sam. —Té está bien, nosotros-

—Sólo esta vez. —Repitió la señora Hudson ya fuera de la habitación.

Dean se volvió a Sam, sonriendo. Con la mirada que Sam le estaba dando, la sonrisa desapareció y se aclaró la garganta. Tomó una de los pequeños panecillos de mantequilla y lo giró entre sus dedos. —Amigo, pensé que le habías pedido un refrigerio.

John estaba acomodando los platos y tazas cuando levantó la vista. —Um, bizcochos. Le pedí bizcochos.

Dean hizo girar el pequeño pan dulce entre sus dedos. —Estas son galletas.¹

John hizo una mueca. —Um... en América sí, pero... aquí les llamamos bizcochos.

—¿Por qué alguien en su sano juicio llamaría a una galleta un bizcocho?

John se encogió de hombros. —¿Por qué alguien en su sano juicio llamaría a un bizcocho una galleta?— Cuando Dean abrió la boca para responder, John levantó un dedo. —Recuerda, llegamos primero.

Dean parpadeó, miró a la galleta, luego a su hermano menor. Sam simplemente le sonrió y se encogió de hombros. —Touché.

Dean mordió la galleta de mantequilla. —Inglaterra es tan rara. —Murmuró caminando hacia el sofá.

John dio un pequeño suspiro. —¿Prefieres algo en tu té, o-

—Dos de azúcar y un poco de leche.

John miró a Sam. Su expresión era de sorpresa y confusión.

Sam se aclaró la garganta. —Yo, eh... salía con una chica de la escuela que era un gran fan de todas las cosas británicas. No, en serio, su cuarto estaba cubierto con la bandera británica. —Él asintió para sí mismo. —Un poco loco.

John rió. —Suena como tal. Aquí tienes, leche y dos de azúcar.

—Gracias. —Dijo Sam, agarrando un par de galletas y sentándose en el sofá. Dean ya estaba descansando con los pies sobre la mesa, y veía a Sherlock paseándose por la habitación y recogiendo diferentes objetos en bolsas, y mostrando cada uno al Doctor.

—... Pero había diferentes marcas en la consola, lo que indica que la nave fue desmantelada-

—Tras el aterrizaje. —Finalizó el doctor.

Sherlock asintió. —Lo que implica que estos seres secuestraron la nave, no sólo con la intención de escapar, sino también de llegar hasta aquí. Específicamente. Ahora-

Dean levantó la mano. —Hey, lo siento copia de seguridad. ¿Estás diciendo que los aliens querían aterrizar aquí?

—Obviamente. —dijo Sherlock.

Dean miró a su alrededor. —Mira, yo soy nuevo en todo esto de saber que los aliens son reales y no sólo cuentos de hadas, pero si yo fuera un alien que vive en un mundo de alta tecnología, la Tierra sería el último lugar al que me gustaría ir-