12. "Estaré pendiente de ti".

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Justin POV.

Vi como Elizabeth iba directamente a las escaleras. Ella estaba tan hermosa, sus piernas se veían perfectas en ese diminuto vestido. Basta, estas casado.

En ese momento el teléfono de Marie vibró y vi que atendió.

- ¿Si?... ¿Sabrina?.. Calmate un poco.. estoy en mi casa... Si.. No puede ser - sus manos cubrieron su boca - esperame te busco... Nos vemos. - colgó. Me vió

- Cariño, el hermano de Sabrina sufrió un accidente debo ir a buscarla y llevarla al hospital, nos mantendremos en contacto. - me dio un pequeño beso y se fue.

¿Y Elizabeth? Se supone que hablaríamos de esto. Ella debe estar en el baño, subiré. Fui directo a las escaleras, y como ella venia bajando su vestido al parecer no se lo había arreglado bien y no me vio y tropezó conmigo.

- Tienes que tener más cuidado. - dije viéndola.

Ella solo me miró y pude apreciar sus hermosos ojos, si que lo eran.

- Perdoname, no te vi arreglaba mi vestido y bueno tu apareciste. - se sonrojó, si que se veía linda así.

- Tranquila, no hay problema ven - la tomé delicadamente del brazo - bajemos. Y eso hicimos, llegamos a la sala y vi como su expresión cambio.

- ¿Y tu esposa? - dijo mirando por todos lados.

- Tuvo que salir de emergencia, pero volverá en unas horas. Tienes hambre? Puedo cocinar algo. - señalé la cocina.

Ella debía comer, y mas si tenía a un bebé en su vientre. Ella asintió y me acompañó a la cocina. Se sentó en un taburete y sentí su mirada, y yo no podía dejar de mirarla, sus hermosos ojos me hipnotizaron, ayudame señor.

- ¿Que te gustaría comer? Tengo pan, cereal, frutas no se, dime tu. - le dije mientras revisaba la nevera.

No escuché respuesta alguna, ella solo me miraba y la vi tan adorable con sus mejillas rojas.

- ¿Que pasó? - me dirigí a ella - no tengas pena, quieres fruta? Tengo fresa, quieres? - Sonreí.

Ella solo asintió. Busqué en la nevera las fresas, las lavé y las puse en un bold. Comería con ella.

- Aquí esta, come le hace bien al bebé - tomé una fresa y la metí a mi boca - estas bien?

- Si, sólo que estas tan cambiado. El primer día que te conocí no fuiste tan - hizo una mueca - agradable. Vi como ella se metió una fresa a la boca. Linda boca Elizabeth.

- Lo siento Elizabeth, me comporté muy mal contigo. Estaba estresado con tanto trabajo, viajes pautados para la semana que viene y - tomé su mano - lo lamento mucho. No quise tratarte así.

Vi como ella me miraba, tenia tantas ganas de decirle que sus ojos eran hermosos. Pero no se que pensaría de mi.

- Disculpa aceptada. - me dio una hermosa sonrisa - ¿Tienes terraza? Quisiera ir y ver un poco la ciudad. - limpió su boca.

- Si, vamos. - me levanté y la llevé a la terrazada que tenia, en mi estudio.

Era un ventanal enorme, se que a ella le gustaría. Cuando llegamos, abrí la puerta y pude ver en sus ojos un brillo especial, estaba emocionada por ver la ciudad. Salió disparada a la terraza y pude ver que ella no llegaba a observar con claridad, ya que había un muro y era alto ella no lo era pero me parecía tierno. Fui hacia ella y la tomé delicadamente de la cintura y la senté en el muro.

- Justin no, me puedo caer está muy alto - tomó mis brazos - si me caigo será tu culpa.

- No te dejaría caer - solté una carcajada - cuando es tu primer ultrasonido? - pregunté.

Ella volteo a verme, y me miró de nuevo fijamente a los ojos, esos ojos que tanto me gustan.

- Esta semana es, mi mamá ya apartó la cita con el mejor doctor de LA. Mi mama esta emocionada con lo del bebé y lo aceptó bien, eso esperaba de ella. - dijo

- Quiero que sepas que todos los gastos médicos los pagaré yo, tus medicamentos, citas con el médico, todo lo pagaré yo. Estaré pendiente de ti todo lo que sea necesario, quiero a esta pulga - acaricie su vientre suavemente - sana y salva.

Ella soltó una risa, era hermosa. No podía soportar tenerla al frente. Nunca estuve asi con Marie.

- ¿Sabes que apodo te puse? - me dijo mientras jugaba con su vestido.

¿Me puso un apodo?

- ¿Cual es? - Alcé una ceja

- Señor Arrogante, pero ya no mas. Este Justin - me señaló - es mas agradable. Sigue así. - me guiñó un ojo.

Santo Dios, Elizabeth que me estas haciendo?

Daddy. jbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora