09. " La verdad está ahi".

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Justin POV.

Benditos accionistas.

Espero que esto termine pronto para irme a mi oficina y tener un poco de paz. No se porque a mi papá se le ocurrió hacerme dueño de todo esto. Era mucho trabajo para mi, soy aplicado, se de negocios y se manejar muy bien la empresa pero.. Pensándolo bien.. Necesito vacaciones. Iba saliendo del gran salón donde hace unos minutos terminó la conferencia pero a lo lejos pude ver a una chica de espaldas a mi, hablando por teléfono. Era Elizabeth.

«Esta hermosa, cierto?»
Consciencia deberías guardar silencio.

Recordé que le dije a Karen que no dejara pasar a gente desconocida a mi oficina y debía cambiar eso. Fui a donde la recepcionista.

- Karen, ves esa chica de allá? - señalé a Elizabeth - dejala pasar en 5 minutos a mi oficina. Es la única que pasará con tu supervisión y la mía. Los demás necesitan cita.

- Perfecto Señor Bieber la haré pasar en cuanto deje de hablar por teléfono. - dijo.

Yo asentí y me fui directo a mi oficina. Estaba agotado, tenso. Toda esta empresa es una gran responsabilidad y no me dejaba pensar con claridad todas las demás cosas que tengo que hacer. Me senté y arreglé un poco el escritorio papeles y carpetas habían por todos lados cuando escuché 3 toques en la puerta. Era ella.

- Pase. - dije.

Y ahí la vi. Entró y pude ver una sonrisa en su rostro, tenía un short negro que daba a la imaginación, una blusa sencilla de rayas negras y blancas, un sweters y sus vans. Sencillamente hermosa.

Que atractiva eres Waters.

- Hola Señor Bieber, disculpe que haya venido a esta hora. Era de gran importancia hablar con usted. - dijo y bajo su mirada a sus pies.

- No te preocupes Elizabeth, sientate y hablemos. Que tienes para mi? - dije acomodandome en mi silla.

- Se que usted me pidió alguna prueba contundente que certifique mi embarazo y aquí la tiene. - me entregó un sobre blanco - La verdad esta ahí.

«Wow, esta chica no le teme a nada Bieber»
Shhhhh callao.

Tomé el sobre y la miré. Sus ojos no dejaban de mirarme y no puedo dejar de decir que son hermosos. Bajé la vista al sobre y lo abrí. Tenia que ver que decía el resultado. Busqué y si... Efectivamente estaba embarazada.

- y bien? Ahora si me cree Señor Bieber? - dijo muy segura de sí misma.

- Si, ya pude verlo. En este caso las cosas cambian y estoy dispuesto a aceptar tu propuesta pero - hice una pausa - hay que hablarlo con mi esposa.

- No se preocupe, usted puede comunicarse a este numero - vi como sacaba una libreta, un bolígrafo y se disponía a escribir - llameme cuando ya estén listo y hablamos los tres.

Me entregó su numero. Vaya, la fastidiare un rato.

- Gracias, entonces - se levantó de la silla - creo que eso es todo. Aunque - fue directo a donde yo estaba y miró por el gran ventanal toda la ciudad - esto es increíble.

- Si, aquí puedes apreciar todo LA. - dije. Pude ver su cabello, era algo largo color castaño, tenía ondas. Era hermoso. No como Marie su cabello era rubio y algunas veces era como una paja.

«Y que haces Bieber comparándolas
No lo se, no se porque lo hice. No me jodas consciencia.

- Y esta mujer - tomó un portarretrato - es tu esposa?

- Si, ella es mi esposa. - vi como ella pasaba sus dedos por su rostro.

- Es hermosa Señor Bieber. - volteó a mirarme. Vi sus ojos, sus preciosos ojos. Debería dejar de verlos porque no podre contener estas ganas de confesarlo.

Tu también eres hermosa Elizabeth.

«JA! Lo aceptaste Bieber, al fin

Dejó el retrato de mi esposa y se volteó y me miró.

- Creo que debería irme, ya cumplí con mi parte. Falta usted por dar el otro paso, muchas gracias por su atención Señor Bieber. - dijo con una sonrisa.

Una sonrisa hermosa.

Vi como se iba a alejar pero un impulso hizo que tomara su brazo delicadamente.

- Si vuelves a tratarme como "usted" tendré que tomar cartas en el asusto Elizabeth, soy joven todavía, apenas tengo 25. No me trate como viejo. - vi como sonreía. Me gustaba verla así.

- Vale Justin, tus ordenes son cumplidas - jugaba con sus dedos - debo irme. Luego hablamos de esto -señaló su vientre aun plano - adiós. Se alejó de mi, y cruzó la puerta y se fue.

«Justin, estas casado. Basta. No pienses en ella.»

No puedo dejar de hacerlo, perdoname consciencia.

Daddy. jbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora