Daddy. jb

08. "felizmente casado".

Justin POV.

Llegué a casa, al fin. No lo podía creer, hoy había sido un día muy complicado lleno de trabajo y conferencias. Tenía pensado hablar de la propuesta que me dio Elizabeth, lindo nombre.

Crucé la cocina y nadie estaba por ahí, pero pude ver una nota.

"Bebito me fui con Sabrina y Rachel al mall, seguro llego tarde, me verás con Chanel por todas partes, bye osito.
Marie.

¿Osito? ¿es en serio?

Me fui a mi habitación y decidí tomarme una ducha debía relajarme y pensar si..

«Pensar en ella, seguro Justin »
Shhhhh.

Mi consciencia siempre me jodía. No iba a pensar en ella, estoy felizmente casado hace 5 años. Y es una niña por dios, la acabo de conocer hoy. Terminé mi ducha, busqué un pantalón de chándal y me tumbé en la cama. Estaba cansado.

Eli POV.

Me vi en el espejo.
Aún mi vientre no crecía pero sabía perfectamente que tenía a una criatura ahí adentro. Esperando tener una familia que lo ame y toda la atención posible. ¿Por qué me pasó esto?. El imbécil de Derek me ha engañado, no he recibido llamadas de él. Simplemente nunca me amó. Me le entregué en cuerpo y alma y mira como me pagó. Yo no merezco esto.

Decidí alejar esos pensamientos de mi, y pensar que podía hacer para comprobarle a Justin que si estaba embarazada. Debería hacerme un exámen y llevárselo. Asi será todo mas fácil y me creerá. Mañana iría a eso.

«No puedes sacarlo de tu mente Elizabeth»
Eso no es verdad, callate.

Él esta casado, quiere formar una familia. Jamás se fijaría en mi, y ni lo quería. Por favor.

«No te engañes a ti misma, te pareció interesante ese hombre, aceptalo.»

Lo acepto pero que mas da? La única conexión que había entre nosotros es el bebé que llevo en mi vientre y nada cambiará eso.

A la mañana siguiente me levanté, hoy debía hacerme un examen de embarazo y mostrarle a Señor Arrogante que si estaba esperando un bebé. Me duché y me puse unos short negros, una blusa de rayas blanca y negra, un sweter y mis vans negras y bajé a desayunar. Al llegar vi a mi mamá haciendo el desayuno, los mejores del mundo.

– Hola ma, buenos días. - la abracé.

– Hola hija, como amaneces? - me dio un beso en la mejilla.

– Bien, pero con mucha hambre. - iba a agarrar una rebanada de pan con mantequilla pero no me dejó.

– No comas eso, debes comer mas saludable. Le hace bien al bebé. - me dio el plato lleno de comida.

– mamaaaaaa -alargue - no es justo. Yo quiero comer bien y aparte tengo hambre. Este bebé - señalé mi vientre - no se alimentará solo.

– No lo hará, porque comerás bien Eli y ten - me dio un pote de pastillas - son vitaminas. Debes tomarlas todos los días.

– Vale mamá, te haré caso.

Terminé de comer, lave todo y me tomé la pastilla que mi mama me había dado. Era injusto no poder comer dulces, ni todo lo que me gusta. Debo comer sano, pero se que todo lo hago por el bien del bebé. Me aliste y fui directo a hacerme el examen para darle pruebas al Señor Arrogante.

Ya veras Justin, veras que no estoy mintiendo y todo será mejor. Bebé, ya casi estamos listos.