06. " Eres una niña".

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A lo lejos pude escuchar un ligero "pase". Abrí la puerta y pude ver una habitación enorme, un gran escritorio con una computadora que no podía comprar en años, habían miles de papeles sobre él y todas las paredes de esta habitación eran blancas, todo se veía pulcro limpio pero lo que mas me impresionó fue el hombre que se encontraba de espalda a mi.

Solo lo vi de espalda y juro por Dios que tiene un trasero, madre mía.

Cargaba unos pantalones negros ni anchos ni tan pegados pero se podía apreciar sus torneadas piernas, una camisa perfectamente blanca y no pude dejar de mirar su cabello marrón castaño, tirando a rubio. Madre mía ¿este hombre era Justin Bieber?. De pronto se volteó y fijó mi mirada en mi, hablaba por teléfono.

Sus ojos mieles me hipnotizaron.

- Si, ya llegue a la empresa - Habló - No no... Los papeles están listos Ryan... Tu por eso no te preocupes... Saludos a Sofia y que se mejore. - colgó y volvió a mirarme. Antes de que pudiera hablar el soltó palabras.

- ¿Quien eres? ¿Como entraste aquí? Karen estará despedida, y tú - me señaló - puedes decirme quien eres y porque entraste a mi oficina.

Wow, pensé que era amigable.

- Soy Elizabeth Waters, pedí verlo a usted porque tengo algo muy importante que hablarle y - pensé lo que iba a decir - pensé que usted era amigable.

- No recibo citas a esta hora y menos cuando recién salgo de una conferencia importante - se tocó la frente - deberías irte.

¿Irme? No lo haré.

- Señor Bieber, déjeme hablar con usted, es de suma importancia y se que a usted puede interesarle. Por favor. - rogué

- No suelo aceptar pero como la veo suplicando puede sentarse - señaló la silla al frente de su escritorio - sea breve.

¿Breve? El tema de un bebé no es breve.

Hice lo que me indicó, debo ser clara y precisa. Vi como se sentó y junto sus manos esperando que yo hablara.

- Vera estoy aquí porque encontré un anuncio en internet sobre usted y su esposa donde decía que estaban interesados en adoptar un bebé, pude apreciar que son una linda pareja y que pueden sostener y hacerse responsable - di un largo suspiro - y yo soy la indicada para eso.

Me miró vacilante y en su rostro se formó una risa burlona. Esos labios, eran deseables. Basta Elizabeth es un hombre casado.

- ¿Tu? Es en serio? - soltó una carcajada - eso no puede ser posible.

- ¿Me ves cara de que miento o hago perder mi tiempo en esta oficina con un hombre que al parecer no es nada agradable? - lo miré fijamente - deberían no mentir al colocar información valiosa en internet. - dejé de mirarlo.

- ¿A que viene Señorita Waters? - se acomodó la corbata.

- Estoy embarazada, y puedo darles a mi bebé.

Él solo abrió los ojos como platos y mi miró. No dejo de mirarme. Había algo en sus ojos, ojos de ¿esperanza?

- ¿Habla en serio? ¿Como puede estar embarazada? ¿Acaso no saben los jóvenes de ahora que hay tantas cosas para protegerse?. Eres una niña. - suspiró.

- Pues ahora mismo no puedes apreciar mi vientre pero dentro de 8 meses lo verá y podré dárselo - dije acariciando mi vientre. Aunque no iba a tenerlo sentía que debía protegerlo y mas si iba a darlo en adopción.

- Se levantó de su silla - No te creo niña, asi que puedes parar las cámaras escondidas o hacerme un favor - apoyó sus grandes manos en el escritorio - irte de mi oficina.

Este hombre tan sexy era muy grosero e idiota. Que lástima, tiene un trasero de infarto.

- No voy a tolerar sus grosería señor, podré tener 16 años pero sé defenderme de personas como usted - me levanté - ingreidos y faltas de respeto. Si no quiere creerme puedo traerle pruebas. Usted lo pidió. Y con su permiso no tengo mas nada que hacer aquí. - dije y me dirigí a la puerta dispuesta a irme.

Lo miré de nuevo, este hombre era muy sexy pero no podía aguantar sus groserías. Él iba a creerme, iba a molestarlo hasta que me canse.

Tu lo pediste, Justin.

Daddy. jbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora