capítulo 3

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Ya casi era la hora de salir de casa, tenía todo preparado, me había puesto mi uniforme y había dejado mi cabello lacio , me puse un poco de rímel y corrector ya que había dormido más bien poco la noche anterior.

Me miré al espejo y me examiné, vi a la chica de metro sesenta y cinco castaña de ojos verdes que estaba reflejada en aquel espejo y le dije: última noche, última misión, última vez que arriesgas tu vida. A por ello Kristen.

Salí del que iba a ser por poco tiempo mi cuarto y me despedí de Emma que estaba organizando todo en el ordenador, sacó sus cascos con micrófono y me miró, pero no era una mirada normal, era seria y profesional, una mirada de confidencia, una mirada que me daba seguridad, sabía que no estaba sola, ella era mis ojos y mis oídos, sabía que ella no me fallaría.

Comencé a colocar mis armas en distintas partes de mi cuerpo y finalmente cogí mi pasamontañas dirigiéndome a la puerta

- ¿Donde crees que vas sola?

¡¿PERDONA?!

Relajé a la bestia feroz que tenía dentro y me limité a ignorar al egocéntrico que tenía detrás

- Te hice una pregunta, ¿acaso estas sorda? - volvió a hablar

TRANQUILA, RELAJA, NO TE ANGUSTIES, ABRE LA PUERTA Y VETE TRANQUILAMENTE.

Me dispuse ha hacer lo que la bestia feroz de mi interior me ordenó pero aquel chico de ojos avellana estaba empeñado en molestarme.

- Más te vale quitar esa mano de la puerta si no quieres perderla, no estoy dispuesta a que arruines mi misión. -dije molesta al ver que obstruía mi paso.

- Escuchame Kristen, no estoy para estupideces y orgullos, al igual que tu quiero terminar esta misión, me queda claro que no te agrado y tú a mí tampoco, pero esto tenemos que hacerlo juntos, ¿entiendes? - dijo con tono autoritario a mis espaldas estremeciendome.

Comencé a girarme hasta encontrarme con sus ojos profundos e intensos, le mire de la misma forma que el me miraba a mi armandome de valor y concluí:

- Bien, ¿quieres venir? Adelante pero no pienso salvarte el culo si te metes en un lío está noche y tú harás lo mismo conmigo. - dije con los ojos apunto de salir en llamas.

- Cómo quieras. -espetó frustrado

Abrí la puerta cortando la tensión que se había formado entre ambos y me dirigí al ascensor junto a él, mientras me explicaba el plan, asentí y me puse el pasamontañas, esta noche iba a ser larga...

***

Nos encontrabamos enfrete de la discoteca "Palace" Empezaba a ponerme nerviosa ya que mucha gente iba en pasamontañas y con disfraces idénticos al de Tyler que consistían en una máscara de la película Scream, dirigí mi mirada hacia él y le hice un movimiento de cabeza que el respondió del mismo modo.

Pasados treinta minutos merodeando por el local y habiéndome desecho de Tyler me dirigí a los baños para hablar con Emma.

- Emma, ¿noticias? - dije apretando el pinganillo y acercando el micro a mi boca

- aún no ha entrado, no te separes de Tyler, es un consejo. - dijo la morena con tono autoritario

- no pienso acercarme a ese egocéntrico. - espeté molesta.

- olvidate de como es él, creeme le necesitarás. - terminó diciendo.

Salí al exterior dejando atrás el olor nauseabundo de los baños y me dirigí a uno de los rincones del lugar ya que
la gente comenzaba a agobiarme.

La verdad es que nunca me gustaron las discotecas, pienso que son una excusa para que los chicos toqueteen a las chicas sin que ellas se den cuenta de quienes han sido.

Mire hacia la derecha y hacia la izquierda pero ni rastro de Tyler, o por lo menos de su rostro ya que no sabía si iba enmascarado o era visible.

Me dirigí hacia la barra pidiendo un redbull, esta noche tenía que estar activa y el alcohol me nublaría la mente, la camarera me dio la lata no sin advertirme que tuviera cuidado en esta noche de halloween.

- Kristen, mantente alerta, X está allí. - dijo Emma desde el otro lado del pinganillo.

Dos minutos después sentí un disparo, agaché mi cabeza e intente buscar a Tyler teniendo la suerte de encontrarlo y la mala suerte de encontrarlo en el suelo con un disparo en el hombro.

Necesitaba un nuevo plan.

La última misión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora