Tercera Noche

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Thomas

El señor Donovan me enseño a cortar madera, me dio un hacha, talamos un árbol y lo dividimos en troncos, desde ahí lo hice todo yo solo. Algo me decía que terminaría con músculos después de este trabajo y paranoia, porque mientras cortaba los troncos, no podía dejar de pensar en el bosque a mi lado.

En la tarde hice la inspección de las chimeneas y hornos como siempre, pero no pasa nada nuevo, el jardín estaba vacío. Empezaba a preguntarme en qué parte trabajaba Donovan exactamente.

Y así, el día se pasó volando, termine hecho polvo y con ganas de dormir por un día entero. Ojala fuera posible. Cuando llegue a mi habitaciones, encontre a mi madre esperándome, quería hablar, ver cómo estaba su hijo, yo estaba feliz porque ella se veía mejor.

–¿Has dormido bien? – pregunto.

–Por supuesto, me ves cansado porque trabajo con empeño – aunque llevaba dos noche con mal sueño. –Hoy aprendí a cortar madera en pequeños troncos – le conté con alegría.

–No te esfuerces demasiado hijo, no es bueno que... no vayas a enfermar, haz lo que puedas, ve poco a poco – mi madre como siempre se preocupaba de más.

–No te preocupes, el señor Donovan solamente me da trabajos que ve que realmente puedo hacer – trate de tranquilizarla. –Ayer descubrí que el jardín es impresionante – dije pensando en ella.

–¿Hasta dónde fuiste? – me miro preocupada. –Recuerda que hay lugares prohibidos, no debemos encontrarnos con los dueños de la casa, podrían despedirnos. – ella lucía asustado.

Preferí evitar su mirada y no decirle mi encuentro con la señorita del jardín, me mataría. Gracias a Dios, la chica no me acuso o lo que sea que hicieran si íbamos contra las reglas.

–Hay una chimenea cerca del jardín – explique y ella asintió, sintiéndose aliviada.

–Casi me das un paso cardiaco... – dijo colocando su mano sobre su pecho, mi madre podía ser muy dramática. –Bueno, mejor te dejo para que duermas, creo que hoy lo diste todo, espero no ver ojeras bajo tus ojos mañana. – Me sonrió y acarició mi rostro antes de darme un beso en la mejilla, dejándome finalmente solo.

Me cambie a una sudadera que usaba como pijama y una camisa azul, cerré la puerta con seguro y me deje caer en la cama, no dure mucho con mis ojos abiertos, caí en la profundidad de mis sueños.

***

Alguien caminaba por el pasillo afuera de mi habitación, de verdad que odiaba ese piso de madera, deberían cambiar las tablas y poner unas nuevas. Abrí los ojos, encontrándome con la densa oscuridad de la noche y entonces escuche el sonido que hacen los grandes relojes indicando que son las doce de la noche. Mire mi reloj en la mesita de noche, era cierto. Era medianoche. ¿Quién caminaba por el lugar a esa hora?, estaba totalmente prohibido, ¿no?

Me senté en mi cama y sentí los pasos detenerse en mi puerta, el silencio que le siguió no me gusto para nada, el aire se sentía pesado y una sensación de miedo empezó a instalarse en mi pecho, probablemente mi instinto trataba de señalarme algo, pero no lo escuche. Me levanté de la cama y fui a la puerta muy silenciosamente, me agaché y miré por debajo de la puerta, pero donde esperaba encontrar los pies de alguien, no vi nada más que un espacio vacío. Fruncí el ceño y un fuerte golpe en la puerta me sorprendió.

Di un salto, cayendo sobre mi trasero, mi espalda quedó contra la cama y otro golpe a la puerta me tomó por sorpresa, como si me pidieran permiso para entrar, pero con un puño muy fuerte. Ignorando todas las advertencias que gritaba mi cerebro, me arme de valor y pregunte.

–¿Quien es? –

El golpeteo se detuvo.

No hubo respuesta.

–¿Quien es? – pregunte de nuevo.

Entonces alguien se rió, una mujer y sentí escalofríos envolviendome, había algo siniestro en el sonido de su risa, me levante y retrocedí, alejándome de la puerta, llegue hasta el otro extremo de la habitación, junto a la pequeña ventana que daba hacía el bosque, en ese momento me di cuenta que la casa estaba rodeada por los árboles. Di una mirada y vi a la chica del jardín allí, como saliendo de entre las sombras de los árboles, me miraba fijamente y luego llevó su dedo índice a sus labios, indicando que me quedara callado.

La risa se detuvo y miró de nuevo a la puerta, esperando que algo entrara por ella, entonces hubo otro golpe, cerca de mi, no en la puerta. Salte de nuevo, me sentía como un cobarde, pero esto... no podía creerlo. Escuche otro golpe, por el sonido, sabía que había sido en la ventana. Mire al cristal, preparandome para ver lo que fuera que me atacaba. Estaba listo, para lo que fuera o eso creía.

El sonido de un piano interrumpió mis pensamientos y no hubo más golpes, me acerque de nuevo a la ventana y vi algo que me aterrorizó, en el cristal, aunque ya desvaneciéndose, se podía ver la huella de la palma de una mano. La vi desaparecer, junto con alguna posibilidad de dormir esa noche. Quedandome solamente con la luz de la luna.

La chica del jardín ya no estaba abajo.

El piano seguía.

Creo que era claro de luna.

En algún momento de la madrugada cuando el sonido se detuvo y el sol empezó a salir, puedo jurar que entonces escuche de nuevo una voz susurrante, diciendo mi nombre.

Thomas...

Hola a todos!! Espero les haya gustado el capi! Pobre Thomas, tremendo susto le han dado, pero ni modo, y quien sera la chica?

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Hola a todos!! Espero les haya gustado el capi! Pobre Thomas, tremendo susto le han dado, pero ni modo, y quien sera la chica?

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