The Reality | CYL #2

10. The First Impressions

Wish that you could build a time machine
So you could see
The things no one can see
Feels like you're standing on the edge
Looking at the stars
And wishing you were them

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— Nunca creí que lo lograría. — Harry dijo con una sonrisa en sus labios. — Pero en ese momento el valor llega a ti y lo haces.

— ¿Ves? — habló el hermano de Jade por primera vez en un rato. — Saltar en paracaídas no es tan malo papá.

— Tal vez me decida en unos meses. — el hombre se encogió de hombros y tomo un sorbo de su café. — O nunca.

— No seas cobarde. — su hijo le dio un golpe en el brazo haciendolos a todos reir. — ¿No es tan malo, verdad Harry? — el castaño volvió a repetir con un tono divertido haciendo ver que el acento Aleman se estaba quedando en su forma de hablar. Harry solo sonrío nerviosamente y rasco su cabeza para dar a entender que prefería no responder.

Jade dio un sorbo a su jugo de naranja y sonrío mostrando los dientes, dando a entender que estaba mas que feliz en esos momentos. Su familia estaba ahí, todos juntos, desayunando... Con Harry. El momento en el que habían entrado al casi vacío comedor del hotel, varias personas no pasaron por alto la presencia del cantante británico. Sus padres se encontraban sentados en una mesa cerca de la gran ventana que tenia una vista al jardín del hotel que ahora estaba cubierto por una espesa capa de nieve. Su hermano y su esposa se encontraban ocupados con su hijo, de apenas un par de años, como para darse cuenta del chico que tomaba de la mano a la menor de los Thirlwall. Su madre en cambio dejo abiertos los ojos por un largo rato incluso después de que él se presentara como el novio de Jade, ¡pero si era el chico de los posters y las canciones de su hija!

El desayuno era la comida favorita de Jade, aunque en sus días de escuela raramente tiene uno normal. Su padre se había asegurado de llevar un plato lleno de fruta del bufete a la mesa. Harry no paraba de mirar a sus padres y a su hermano para responder inmediatamente a cualquier cosa que ellos preguntaran. Cuando ambos terminaron la comida de sus platos y solo se dedicaron a comer pan tostado con los restos de mantequilla y mermelada de sus platos, Jade supo que Harry tendría que irse en cualquier momento. Era víspera de Navidad y sabía que la madre de Harry y su hermana estaban ahí para pasarla con él.

— Normalmente estoy en mi ciudad natal. — había respondido con una sonrisa a su madre cuando pregunto que hacía en un ajetreado Londres un 24 de Diciembre. — Pero como ustedes, es emocionante pasar las fiestas en otro lugar que no sea casa.

— Nosotros nunca lo hemos hecho, es solo que tuvimos la oportunidad de viajar a Londres por mi trabajo. — habló el chico Thirlwall con la boca llena de fruta.

— Oh por dios, termina la comida. — lo regaño su madre como a un niño pequeño y le dio un golpecito en el brazo que hizo que el pequeño de dos años soltara una risa que contagio a toda la mesa.

— Al menos sacamos algo bueno de estar aqui. — todos miraron al padre de Jade.— Tuvimos la oportunidad de conocerte Harry.

— Me alegra haberlos conocido también. — el chico le dio una sonrisa sincera a toda la familia y tomo la mano de Jade por debajo de la mesa. — Quería proponerles algo y espero no se molesten.

— ¿Si? — Jade sintió como toda la sangre se iba hasta sus pies y su cuerpo se estremecía notoriamente, Harry dio un apretón suave a su mano y se rio levemente.