The Reality | CYL #2

11. The Lies We Built

There's nobody like you,
I've tried goodbye a hundred times, not one of them true
Nobody like you, nobody like you
I'm screaming "I don't want you" but you know that I do...

Cuando el mesero se había acercado a la mesa y tomado su orden, no pudo notar el nerviosismo de los cuatro ocupantes de la mesa. Parecían una familia normal. Si tan solo supiera.

— ¿Has comido aquí antes? — Joseph, el padre de la rubia menor, la miro fijamente y ella solo parpadeo rápidamente antes de pensar en algo para responder.

— No realmente, pero antes de viajar busco lugares para visitar. — habló mientras jugueteaba con su reloj de mano. — Aunque no tengo mucho tiempo de salir cuando viajo por trabajo, aun asi me gusta saber del lugar.

— Es lindo que hagas eso. — Debbie Edwards tenia un tono dulce de voz, pero en esos momentos era cualquier cosa pero no eso. Le dedico una sonrisa de lado a la inglesa que ella regreso con las mejillas sonrojadas. ¿Por que estaba tan nerviosa?

— ¿Que tratan de hacer? — Perrie dijo susurrando a sus padres, aunque Peyton la había escuchado a la perfección al estar a su lado en la mesa.

— Queremos entablar una conversación para conocer a tu... — pero la mujer dejo de hablar al no encontrar una palabra para describir la relación que ellas tenían.

— ¿Son amigas, cierto?

— Lo somos, señor.

—Si, creo que si. — ambas chicas hablaron al mismo tiempo y el ambiente se volvió mas pesado.

— Es todo tan extraño. — el hombre de la familia dijo rascándose la nuca y mirando a los lados, como si buscase a alguien que le dijera que todo era broma.

— Lo se, - Peyton soltó de pronto. — yo estaba igual de confundida que usted pero yo fui la que actuó sin pensar y le dijo su hija que me ayudara con algo que era muy posible que saliera mal.

— ¿De que hablas, cariño? — Evans miro con sus ojos verdes a la mujer, su tono se había suavizado y le había dado una tranquilidad enorme. Por un momento no se sintió asustada y quiso levantarse y abrazarla como lo hacia con su madre hace muchos años.

— Mamá, cuando fui a Londres en el verano conocí a Peyton. — Perrie sintió que sus piernas temblaron y agradeció que estaba sentada. — Y te lo diré todo por que me puedes gritar y reprochar todo lo que quieras, pero no me importa. Lo hecho esta hecho y no me arrepiento.

— Dime que no mataron a nadie. — las jóvenes se miraron entre si con un brillo de diversión en los ojos pero no hicieron ningún gesto.

— No mamá, no matamos a nadie.

Segundos después el mesero que antes se había acercado a tomar su orden llego con la cena. Peyton había pedido un vino para compartir y se había ofrecido a pagar todo. Un rato después de casi haber probado la comida y haber terminado el vino, los padres de Perrie estaban al tanto de la historia, solo del lado de Perrie con algunas aclaraciones de Peyton.

— No puedo creerlo. — después de varios minutos sin hablar, suspiro Debbie algo cansada. Perrie la miro con miedo, esperando a que en cualquier segundo se volverá loca y comenzara a gritarle frente a todo el restaurante.

— ¿Piensan decir algo más? — la voz de Edwards tembló al decirle eso a sus padres que la miraron fijamente.

— Lo dijiste todo, Perrie. — su padre dejo caer sus manos sobre la mesa. — No podemos decirte nada, es pasado.