Capítulo I.

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-Joder. ¡Vuelve aquí puto Charizard de mierda serás mío!

Pablo estaba corriendo tras un Charizard por las calles de Madrid y ya eran las 2 de la mañana cuando se dio cuenta de algo.

-¡YA ERES MÍO CARBÓN! Espera... ¿Dónde estoy?

Se había vuelto a perder.

-Otra vez no. Mierda será mejor que llame a Alberto para que venga a recogerme o algo aquí hace un frío que pel-ATCHÚS- genial, encima me he resfriado...

Estaba en un callejón sin salida y había una especie de local sin ventanas, solo tenía un cartel de neón encima de la puerta.

-"Je m'amuse" mmm pues mira que bien un pub, le diré que estoy aquí.

Pero no pudo entrar en aquel pub, al tratar de abrir la puerta se abrió una reja y un hombre con una máscara de pico largo blanca y antifaz negro le hizo una pregunta.

-¿Cuál es la música de la vida?

Pablo estaba confuso y advirtió la huella de una mano enorme en rojo en el centro de la puerta de madera.

-¿Puedo entrar? Tengo frío y está empezando a nevar...

-¿Cuál es la música de la vida?

Volvió a repetir aquél hombre como si fuera un robot programado para repetir una y otra vez la misma pregunta, al no haber respuesta por parte de Pablo cerró la reja.

-Genial...

Pablo sacó el móvil de su bolsillo y llamó a Alberto.

-Hola. Alberto sí estoy bien solo me he perdido. Lo sé... Estoy en un callejón. Vale sí no te pongas nervioso, Alberto ya salg-ATCHÚS- sí me he resfriado. Vale idiota, yo también te quiero.

Pablo se puso en una esquina de la calle bajo una farola a esperar, a Alberto le costó encontrarle porque ni siquiera le había dicho la calle, se había llevado a Íñigo con él en el coche, al final le encontraron tiritando de frío.

-Tío y todo esto por un pokemon de verdad…

-C-cállate y pon la calefacción qu-que me congelo.

Íñigo se echó a reír y puso la calefacción del coche. Llegaron a casa y Alberto fue directamente a la cocina a calentarle una taza de leche a Pablo con miel para que entrase en calor mientras éste se cambiaba de ropa. Íñigo se fue a la cama directamente, había bajado en pijama de ositos y zapatillas para ir a buscar a Pablo, Alberto le había sacado arrastras de la cama.

Pablo estaba metido en la cama, arropado hasta el cuello del frío y Alberto le llevó la leche caliente.

-Toma idiota, para que entres en calor.

-Gracias, yo también te quiero amor.

Alberto se metió en la cama y se abrazó a Pablo mientras tomaba la leche, terminó y apagó la luz.

Pero había algo en lo que no podía dejar de pensar.

-Alberto...

-¿Mmm?

-¿Cuál es la música de la vida?

-¿Yo que sé? Duérmete anda que mañana hay pleno.

Pablo no pudo dejar de pensar en aquella pregunta, había captado su atención y aquella huella que ocupaba por lo menos media puerta también, quería saber la respuesta.

-Íñigo ¿puedo preguntarte algo?

-Eeerr claro, dispara.

-¿Cuál es la música de la vida?

Je m'amuseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora