Cayó la noche, Dami dijo que LuHan tendría que reposar, si era posible no someterlo a movimientos, así que nos quedaríamos esa noche en casa de la joven.
—Y como han estado? — Pregunto la chica — Es obvio que no muy bien, pero díganme en que bronca se metieron
—Nada tan peligroso — dijo LuHan — Dami ya has hecho bastante por mi este día, pero si no te molesto aún mas, tendrás algo de comida? es que muero de hambre
—Pues no tengo nada en la nevera, pero ha dos calles hay un local de comida, iré a pedir algo, regreso al tiro — Dijo Dami parándose de su asiento
—Eres muy amable — le sonrió LuHan — pero sabes ya es noche, Lay debería acompañarte
Ninguno dijo nada, Dami salió del departamento y Lay tras de ella. Mire como ambos bajaban las escaleras por la ventana, caminaron a la par hasta que los perdí de vista al doblar en la esquina. De nuevo ese dolor en mi estomago.
—Kireei que tienes? — me pregunto LuHan de la nada
—Yo? Nada, por que la pregunta
—Te has puesto roja — se rio — es que te has puesto celosa
—Celosa? — me reí — para nada, debe ser el calor, aquí esta muy caliente, además celos de que?
LuHan me miro irónico — Y dime como te la pasaste con Lay estos días? Paso algo? — pregunto con un tono muy curioso
—En realidad no paso nada
Digo no es como si haber estado con el llorando y tirada en sus brazos por muchas horas fuera algo importante.
—Segura? Hm, me pareció como si se hubieran echo más cercanos
—Crees? Yo lo noto igual — le conteste
—Bueno, es que te le quedas viendo como si su presencia fuera lo único que existe a tu alrededor. Casi puedo apostar a que sientes atracción por el
Me sonroje. Algo era cierto entre todo esto últimamente sentía punzadas en mi corazón cuando estaba con Lay, pero no estaba del todo de acuerdo en sentir atracción, como dije antes, tener una relación con alguno de los maleantes me estaba prohibido.
LuHan me miraba, como si me escaneara, me sonrió y hablo.
—Kireei acércate un poco — me ordeno
Me acerque sin preguntar razón. Con su mano hizo que me acercara más de lo que yo esperaba, estábamos a unos centímetros
—Me da tanto gusto saber que estés bien — colocándome el cabello tras la oreja
De nuevo esa sensación de que esto no estaba nada bien cruzo por mi cabeza. Por que LuHan de pronto me trataba tan raramente, no es que fuera malo, pero nuestra relación siempre ah sido como de hermanos. Me sonroje de inmediato al recordar el beso travieso que me dio antes de separarnos en la carretera.
—Te extrañe — me dijo — Hubo un momento en que creí que no te volvería a ver. Ah sido lo peor
No dije nada. Entonces nos quedamos inmóviles ambos mirándonos a los ojos.
Casi se me fue la respiración cuando Lay entro a la habitación. Lo mire a los ojos, el nos veía sorprendidos, una mirada triste a una molesta y luego desvió la mirada entrando directo a la cocina del lugar. Me aparte en seguida.
—Regresamos — dijo Demi mientras entraba con una bolsa en la mano — enseguida te are la cena
—Gracias, que amable — le contesto LuHan con una sonrisa