Josh él mejor amigo y vecino favorito de Ciara decide estos últimos días salir con ella y demostrarle que la ama con leves señales de amor hacia Ciara.
Ciara por otra parte no lograba entender con exactitud esas señales leves que le daba Josh.
Hasta...
Me había quedado dormida entre mis lágrimas y mi desesperación. Me levanté viendo mi almohada mojada de las gotas de mis lágrimas.
-Oh. Perfecto.
Dije algo enojada por ver mi funda de mi almohada mojada. Le quité la funda y me volví a acostar muy triste y furiosa. En eso tocan la puerta de mi cuarto.
-¿Ciara? Hija. Dejame pasar.
Toca la puerta levemente y por última vez.
-Dejame sola.
Dije con mi cara sobre la almohada. En eso mi papá entra.
-Hija. Perdón. No quería que te enojarás.
Se sienta al lado de mi cama. Mire de reojo y podía ver que trajo un pastel de chocolate y una vela incrustada en el sobre el centro.
-¿Ciara?
Me dice algo como con voz de tristeza.
-Dejame papá. Por favor. Vete.
Dije sin mirarlo a la cara.
-Bien.
Me toca el cabello y se para de mi cama.
-Cuando ya no estés así, baja. Dejare tu pastel en la nevera.
Suspira y cierra la puerta.
En un instante escucho a alguien que abre la ventana.
-¿Se puede?
Dice Josh estando sentado en la ventana. Lo mire de reojo.
-Si. Pasa.
Dije suspirando.
-Bien. Traje algo para que te sientas mejor. Ya que te veo muy amarganeitor y muy depreseishon.
Habla con tono bromista.
Me senté en mi cama cruzando las piernas.
-Bien. ¿Qué traes?
Dije quitándome las lágrimas.
-Esto...
Entra con unos globos de varios colores y muy bonitos.
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-Espero y te gusten cumpleañera.
Me sonríe y los deja flotar por el techo mientras se sienta en mi cama en frente de mi.
-¿Qué tienes?
Dice mientras su dedo índice limpia una de mis lágrimas queriendo salir.
-Quisiera decirte. Pero. No. No quiero que...
Comencé a sacar mares de lágrimas y lo abracé.
-No quiero que a ti te perjudique y que ya no me quieras ver.
Llorando.
-¿Pero qué es Ciara? Me preocupas.
Dice mientras me abraza y me susurra al oído.
-Sabes que te quiero mas que nadie y jamás te dejaría.
Me besa mi cuello.
Me sentí muy protegida estando con él. Así que me armé de valor y le dije.
-Mi papá dice que ya no te puedo ver. Según dice que eres una mala influencia.
Deje de abrazarlo.
-Pero. Yo la verdad quiero estar contigo. Salir todos los días contigo y pasear por ahí. Pero no se puede.
-¡Claro que si!
Dice asombrado.
-Puedes salir por la ventana. Y de ahí vernos. O yo venir aquí a tu cuarto. Y además nos podremos ver mientras tu papá trabaja.
