Pesadilla

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Siento la demora :D

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Aimi observó a su hijo y Seijūrō Akashi; el pelirrojo no se apartó ni un segundo (desde que abandonaran aquel lugar del accidente) desde que Kōki recordó que estaban planeando su boda.

Regreso la mirada al lado de la ventanilla en la que iba. Tener a su hijo sonriéndole era lo que más deseaba en ese angustiante año.

—¿Mamá estas bien? — cuestiono Kōki al ver que su lloraba.

—Sí, cariño— se limpió las lágrimas —Estoy feliz de qué estés con nosotros— Su hijo le sonrió.

Recordaba perfectamente el día que su pesadilla comenzó.

————— Flash back —————

Ese viernes mientras ella y su hijo mayor platicaban sobre cómo le iba en el trabajo, su hijo menor había salido con sus amigos a unas aguas termales, propiedad de la familia materna de Takao Kazunari.

Todo estaba bien, ya había pasado 4 horas de que Kōki se hubiese marchado cuando recibió la llamada, vio que era el pelo celeste y respondió —Hola ¿Cómo les va?

Yo...

Aquel titubeo no le gusto, era como si estuviese llorando —Kuroko-kun ¿Qué sucede?

—Desapareció. Furihata-kun desapareció — dijo llorando —Alguien se lo ha llevado.

—¿Qué?- dejó caer el teléfono y comenzó a llorar.

Hikaru corrió al ver que su madre estaba llorando y levanto el teléfono —¿Quién habla?

—Kuruko... Se han llevado a furihata-kun.

—¿Qué? Explícame que ha pasado.

———

—Vamos. Madre. Levántate. Tenemos que ir — decía Hikaru frustrado mientras ayudaba a salir de la casa a su madre. Justo en ese momento, vio que se acercaba aquel un helicóptero con un logo bastante familiar —Akashi-kun.

—¿Ya?- el pelinegro asintió interrumpiéndolo —Vamos. Suban.

Entre ambos subieron a Aimi al helicóptero, el cual había sido estacionando en medio de un cruce ocasionando un terrible trafico ya que la familia Furihata vivía en una de las calles principales.

Tras una hora y 30 minutos de vuelo, llegaron al lugar que Kazunari le había indicado al pelirrojo. Desde el aire lograron apreciar las patrullas estacionadas rodeando la gasolinera y otras que salían rápidamente en ambas direcciones. El helicóptero descendió a un costado de ella, al bajar, corrieron a buscar los chicos.

Los tres corrían hacía los policías y entre ellos lograron reconocer a los chicos —¿Qué fue lo que sucedió? — gritó Seijūrō sujetando de la solapa a Kazunari y lo zarandeaba.

—Cálmate, Akashi— grito Hikaru separándolo del lloroso peli negro.

—Lo siento— decía una y otra vez Kazunari. Todo era su culpa. Fue su idea ir a las aguas termales.

Aimi se acercó y tomo del rostro al pelinegro —Dinos que paso. ¡¿Qué sucedió?!

Yukio al ver el estado de Kazunari, explico lo que había pasado —Nos detuvimos a rellenar el tanque y comer. Entramos al restaurante y pedimos la comida. Estábamos comiendo cuando Furi se levantó al baño. Tardaba más de lo normal, pagamos y salimos a buscarlo. Al llegar al baño, solo estaba su teléfono y ....

—¿Y? — cuestiono Seijūrō.

—Sangre.

Los tres abrieron los ojos como platos y corrieron al lugar que había apuntado Yukio como el baño, al entrar vieron a policías levantando las muestras de sangre. Aimi cayó desmayada en los brazos de su hijo.

Después de aquello, la búsqueda se hizo a nivel nacional. El que Kōki fuese el prometido de Akashi Seijūrō hizo que estuviera en cada canal de televisión, radio, internet y periódicos, y aun así no aparecía.

El primer sospechoso fue Fukuda, pero que descardo al demostrar que estaba en la escuela con su novia; las cámaras de seguridad lo confirmaron. Aun así lo mantuvieron en vigilancia, y descubrieron que comenzó a buscar a Kōki por su cuenta.

La marcha contra el reloj dio comienzo. Tenían que encontrarlo antes que Fukuda.

Los días de angustia y desesperación se fueron convirtiendo en semanas y meses. Inclusive los investigadores privados que puso Akashi Masaomi no tenían excito, no había rastro de Kōki Furihata... Eso hasta el día de ayer.

————— fin flashback —————

Volvió a mirar a ambos, y esta vez estaban profundamente dormidos.

—Cariño, Hikaru ya llegó a casa— informó Kano desde el asiento de copiloto.

—Gracias a Dios.

—Sí. Solo espero que no asuste a Kōki.

—¿Le dijiste que perdió sus recuerdos? — su esposo asintió —Es posible que le de batalla a Akashi-kun.

Te recordare    AkaFuriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora