Rángel estaba llorando desconsoladamente mientras Leati yacía en el piso casi muerta, para tener 12 años Rángel era mentirosa y traicionera, pero tenia que llorar o por lo menos fingir que lo hacia.
—¡No la pueden correr del cielo!- Grito Rángel entre lágrimas falsas.
—ha roto los mandamientos, leído el enoch, se merece mas que la expulsión- grito Raziel, el arcangel padre de Leati y Rángel, sin piedad alguna, solo viendo a su hija Leati en el suelo apunto de morir, Rafael tomo una de las alas de la joven ángel y puso un pie en su espalda, la arrancó lentamente mientras Leati gritaba y suplicaba que pararan, que solo era una niña de 12 años y que se arrepentía, pero Rafael haciendo caso omiso de suplicas, gritos y lágrimas de la joven le arranco por completo una de sus alas mientras la sangre de color dorado corría por su espalda de la joven, Rafael tomo su otra ala y acomodo su pie en la espalda de ella, después de unos segundos de silencio donde solo se llenaba el aire de sollozos de Leati, puesto Rángel ya no lloraba, Rafael le arrancó la otra ala a la joven, después de eso ella se revolcó en el piso entre su propia sangre, algunas plumas de ella y lágrimas, el dolor para ella era insoportable, pero todos los demás arcángeles haciendo caso omiso del dolor de la joven la vieron con desprecio.
—Sera condenada a toda una eternidad de vida entre los mundanos, sin acceso a ninguna de sus emociones, durante ese lapso de tiempo tendrá prohibida la muerte, ir al limbo o al infierno y también tendrá prohibido entrar a iglesias, o tan siquiera ver algún objeto que incluya la religión sin sentir dolor, dejando como su única emoción el dolor- exclamo Raziel dejando en claro la condena de Leati la cual seguía llorando en el piso. Acto seguido entre dos arcángeles (Rafael y Uriel) cargaron el cuerpo de la joven la cual aun se estaba lamentando y desangrando, al llegar a las puertas del cielo la aventaron fuera de dicho lugar, los dos se retiraron y guardaron las alas de la joven en una caja echa completamente de mármol blanco pulido en el monte Olimpo por los mismos dioses. Leati se levanto del suelo tocando las orillas de sus cicatrices haciéndolas curar rápidamente, vio las puertas al cielo con desden limpiándose sangre de la nariz, dio media vuelta y comenzó a caminar por las orillas de el limbo, el cual tendría que atravesar para poder llegar a la tierra.
ESTÁS LEYENDO
Ángeles Y Caídos (EN REEDICIÓN)
Fantastik15 de julio del 2018- #33 en "Ángeles", de 3k de historias El mundo gira 365 días, las 24 horas y los 86400 segundos del día y no se va a parar por tus problemas, ni por los mios, no se va a parar por nadie, te lo dice alguien quien conoce hasta a e...