A cute cat!

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El regalo de cumpleaños que LuHan recibe a los seis años viene en una caja grande con decorativos de lunares azules y rosa pastel. La parte lateral de la caja lleva cinco orificios y junto a estos, las caídas de un gran lazo rojo.

LuHan deseó mucho uno de esos helicópteros a control remoto las dos últimas semanas, esperaba mucho que sus padres le regalaran aquel juguete, pero como muchas veces, LuHan se equivocó.

Al abrir la caja se encontró con un pequeño gato blanco con un lazo rojo en el cuello, que estaba acurrucado en una de las esquinas. El infante de recién seis años no se explicaba porque un cachorro venía en un empaque tan grande, pero no fue que habló hasta que algo sorprendente pasó frente a sus ojos. El minino movió sus orejas, la cola y una pata al escuchar a LuHan, rápido, con esa agilidad tan característica, miró donde su ahora dueño y en una sacudida, su cuerpo cambió.

Sus patas fueron reemplazadas por brazos y piernas, su pequeño torso, en uno de un humano, y su cara felina, tomó una forma grande y ancha, formándole pómulos, boca, nariz, frente y ojos... bonitos ojos azules. LuHan abrió su boca tan grande que causó una risotada a toda la familia cuando un par de orejitas blancas se movieron percibiendo sonidos.

— Feliz cumpleaños Hannie –Pronunció su padre acariciando con sus manos la cabeza de su hijo y el híbrido.

El par de pequeños se miraron un largo rato, el gato aun dentro de la caja mirando muy curioso al humano frente suyo, y LuHan, con ambas manos en su pecho con temor y asombro.

El minino movió su cabeza adelante, LuHan retrocedió, pero el cachorro tenía una enorme explosión de curiosidad, que intentó acercarse más logrando que la caja se moviera y lo terminara tirando al suelo. El sonido hizo preocupar a LuHan, que rápido fue en ayuda al felino quitándole de encima la caja.

Ellos se miraron cuando LuHan lo tomó en sus brazos convertido en un gatito más movible, la punta de la nariz del híbrido tocó la mejilla de LuHan, quien pudo observar que en su cuello llevaba el lazo rojo junto a una placa en forma de estrella.

Donde LuHan sonrió, y el gato maulló, para darle una sonrisa más un lindo nombre.

— YiXing... te llamarás YiXing.

* * *

Quince años tuvieron que pasar para que una gran y linda amistad creciera lo suficiente como para sentirse familia.

Cuando LuHan presentó su examen para la universidad, no creyó posible quedar, así que cuando sus padres le dejaron mudarse, no pensó ni un poco en ir solo. YiXing había sido su mejor amigo en toda su corta vida, así que sin mucho decidió llevarlo consigo.

Los híbridos habían sido un gran invento veinte años atrás, darle vida a seres con las características de un felino se convirtió en la idea millonaria del milenio. Esos seres no sólo eran mitad humano y mitad gato, sino que podían tomar la forma que deseaban, gato o humano, basándose en sus estados emocionales; tenían un crecimiento similar al del ser humano y vivían casi cien años, asegurando la compañía hasta el fin de vida de sus dueños. Eran cultos e inteligentes, fueron genéticamente hechos para la compañía y al igual que los humanos, sentir, pensar, soñar.

YiXing era un gato muy hablador, se pasaba eternas horas con LuHan aprendiendo lo que aun no sabía. Pasaban todos los días juntos, jugaban, miraban programas ridículos de televisión, asistían a fiestas, partidos de futbol y una que otra ocasión fueron al ballet. YiXing era un híbrido obediente y celoso, su dueño no podía andar por ahí a que le partieran el corazón, LuHan al contrario, deseaba mucho que su minino entendiera un poco el amor. Aun recuerdan ambos cuando el primer amor de LuHan lo lastimó, dejándolo llorando por días con un YiXing llorando también.

PRUSTEN »KaiXingWhere stories live. Discover now