LuHan estaba de pocas pulgas ese día, el trabajo que entregó junto a sus compañeros había sido aprobado pero con una calificación muy pobre. Era su primera calificación baja, siempre trató de mantener sus notas perfectas, pero es que en sí, era culpa de todos por hacer algo tan mediocre a comparación de lo que su profesor les pedía.
El rubio giró a la derecha en la calle lejana de su facultad. Eran las cuatro de la tarde y no había más clases a las cuales ir, estaba yendo a su parada de autobús, cuando sus ojos se fijaron en un joven que venía hacía él.
Era un chico alto, de cabellos negros que portaba una blanca bata que le llegaba hasta los muslos, su caminar era un poco pausado y vagabundo, pero a LuHan eso le llamó más la atención. Él no se solía fijar en los transeúntes, pero ¡vamos! El chico frente a él era muy atractivo.
Aquel tipo pasó de largo a LuHan, también el rubio no se atrevió a mirarle, así que sin más que un espacio de piso compartido y después desaparecido, LuHan volvió su camino a la parada.
Bajó dos cuadras antes de su edificio porque recordó no haber comprado la comida para esa tarde, además, había dejado a YiXing sin mucha reserva y estaba preocupado. Pasó a un centro comercial llamado LuckyMart, siendo atendido por ese chiquillo del diario. Un hombrecillo alto, mucho más que él, con dos bonitas líneas negras marcando debajo de sus ojos. LuHan desperdiciaba horas de sueño con ese cajero, mentiría si no dijera que a veces le coqueteó, pero jamás siguió porque creía que eran falsas esperanzas.
Pasó a la caja con el número once mientras colocó en la barra transportadora dos botellas de miel, pan rebanado, seis latas de sopas y cremas, incluso una bolsa de papas fritas. Dos latas de cerveza y un cartón de leche. El cajero sonrió, exactamente de esa forma a la que a LuHan le gustaba.
— Hola LuHan... ¿Papel o plástico?
— Plástico, Tao. –el rubio miró arriba dejando de lado el suelo, sonrió a ZiTao, el cajero, que pasaba los productos bajo un beep-
— Hoy te ves muy bien.
— ¿Es ese un protocolo de cajeros?
— ¿Tarjeta o efectivo?
— Efectivo. –Tao le sonrió-.
— Ese si es un protocolo. Lo anterior, bueno, siempre estás muy guapo LuHan.
Y ahí iba de nuevo, queriéndole coquetear descaradamente al cajero que hizo lo mismo.
— Tú también te ves bien diariamente, ZiTao.
— Me esmero cada día porque sé que vendrás por tu miel.
— Qué lindo...
— Siempre me he preguntado... ¿Qué por las tardes, Lu? –el diminutivo de su nombre le obligó a suspirar.
— Nada en especial.
— Quizá podamos salir...
— Me encatar... -un carraspeo obligó a ambos hombres a mirar a un lado. Un hombre de cabellos casi rosas los miró con enojo. Su placa en el pecho les dijo que era el supervisor.
— Joven Huang. ¿Hay algún problema con el cliente?
— Hola XiuMin –saludó amable Tao volviendo a urgirse y cobrando la mercancía.- ninguna, él sólo me habló del buen servicio que ofrecemos aquí ¿Verdad?
— Oh... ¡Oh! Sí, sí... muy buen servicio, los empleados son muy atentos –siguió la corriente LuHan tomando rápidamente sus cosas.
Bajó la cabeza cuando pasó de lado del supervisor, a quien miró ya desde lejos decirle algunas cosas a Tao. Él se lamentó que obtuviera un regaño para el cajero, pero más lamentó no concretar una cita.
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PRUSTEN »KaiXing
FanfictionLuHan deseó mucho uno de esos helicópteros a control remoto las dos últimas semanas, esperaba mucho que sus padres le regalaran aquel juguete, pero como muchas veces, LuHan se equivocó. Kai es un híbrido que no busca nada, pero encuentra algo simp...