Nunca había experimentado ese sentimiento en mi pecho, de sentir que no respiro más, pero al mismo tiempo me siento más en vida que nunca antes, jamás me preocupe tanto por alguien, y nadie nunca demostró tanto interés por mi.
Jamás espere un mensaje, o una llamada, nunca creí querer a alguien, o recuperar la esperanza en la humanidad entera por un simple individuo.
Nunca creí poder ser amada y vista con otros ojos que los de una amistad falsa e hipócrita, jamás creí poder ser vista.
Y llegaste tú.
Fuiste todo lo que quise, aquel efímero sentimiento que creía inexistente y quizas tenia razón pues se esfumó.
Te lloré, como niña caprichosa que anhela algo, que lo quiere con cada parte de su ser, derrame cada sentimiento hacia ti, con cada gota, y te extrañe nuevamente, como cada día desde tu partida.
Mi vida es diferente, o común si es que existe alguien con la misma alocada familia sobre protectora, que le tiene en una caja de cristal sin notar que lo que guardan esta roto ante el encierro; pero contigo las cosas cambiaban, me ayudaste y escuchaste incluso cuando no tenia voz (cosa que extraño ahora), me entretenias si te lo pedía, puesto que sabias que ocurriría si no lo hacías, nadie nunca me quise tanto, y a nadie nunca quise de tal forma.
Recuerdo aquella tarde tu, yo, el sol por ponerse, querías besarme, luego de que te di como 1000 abrazos, pero me negué, creí que si te dejaba besarme confundiriamos la amistad con amor, pero no vi que ya te amaba y que solo tenia miedo de perderte, y lo hice, te perdí.
Luego de perderte me arrepentí de no haberte besado, me hubiera gustado sentir tus labios rosando los míos como un último recuerdo, puesto que lo único que tengo es yo diciéndote adiós con mi mano, mientras te alejabas, creyendo que te vería de nuevo, que estarías nuevamente, pero eso no ocurrirá. Y lo que sentí esta muerto, al igual que cualquier posibilidad de volver a amar a alguien, lo que quedaba de mi roto corazón, se fue contigo, y contigo estará siempre, así yo ya no pueda verte, ni siquiera hablarte sin pelear. Creo que jamás debimos mezclar nuestra amistad con amor, pues esto dejo todo en el olvido.