11. Toda una Merlina Adams.

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-NECESITO HACERLO!-le grite.

Y de la nada abrí mis ojos, confundida, Estaba dormida? Lo había estado todo el tiempo? Mire la hora en mi celular 19:10 pm.

Me levante y revisé la casa, no había nadie. Entonces, nada de eso había pasado. Sentí un alivio, mama no podía saber absolutamente nada, no todavía.

No tenía nada que hacer asi que tome mi cuaderno de expresión, hace tiempo no escribía, no tuve tiempo, organizando documentos, ocupada con los chicos, limpiando, estudiando y alejando.

Ian ya se había recuperado y yo solo tenia que organizar mis cosas y mandar la carta, ese seria mi respiro, faltaba poco y estaba ansiosa por conocer otros alrededores.

El timbre sono, y me pareció extraño que alguien venga, hoy era uno de esos días y quería estar sola.

-Quién es?

-Enrique.

Abri automáticamente, dejándolo pasar pero me lleve una sorpresa al abrir.

-Hola Lara.-dijo.

-Laru y, qué haces por acá?

-Tu mama programó la cena para hoy, no te dijo?

-Mmmm no que yo me acuerde. Querés pasar?

-Si, aunque no estoy solo.

-Pasen, pónganse cómodos, yo...emm...me voy a arreglar y vuelvo.

-Esta bien.

Me encaminé a mi cuarto y cuando llegue llame a mama.

Llamando a Carolina

-Hola Laru.

-Hola, se puede saber, Cuándo me ibas a decir que la cena era hoy?

-No te dije? Perdón, se me paso.

-Enrique y su hijo ya vinieron.

-Esta bien, en un rato estoy.

Corte y comencé a vestirme, no sabía a donde iríamos a cenar pero supuse que sería a algún lugar mas o menos elegante.

Tome un vestido negro, ajustado en la cintura y suelto hacia abajo que llegaba hasta por arriba de mis rodillas, con unos borcegos negros con apenas taco y un gorro negro. Deje mi pelo suelto y agarre una cartera, también negra y baje con las visitas.

-Tenemos una gótica, en camino.-escuche cerca del living.

Escanee al chico, era de pelo negro con ojos marrones, parecia algo divertido viéndome vestida toda de negro.

-Que me guste el negro no quiere decir que sea gotica.-dije sin ver a la persona.

-Estas preciosa.-dijo Enrique al verme.

-Gracias.

-Toda una Merlina Adams.-dijo una voz a mis espaldas.

De Dulce A Fría Donde viven las historias. Descúbrelo ahora