De Dulce A Fría

27. Los mejores actos son impulsos.

18:10 PM

Subi las escaleras y encontre a mis primos hablando, bueno... en realidad, Mica le gritaba a Fer y él a ella, Ian estaba recostado en mi cama suspirando.

-Llegue...

Los tres pares de ojos se dirigieron a mi, pero no iba a pasar desapercibida y menos con tres presonas que me conocen demasiado.

-Qué paso?

-Nada.

-Lara, no me obligues a bajar y mirarlo por mi mismo, Qué paso?

Dude un momento en contestar pero me interrumpieron.

-Lara...

Escuche los toques en la puerta y corri a esta.

-¡No van a abrir!-Dije.-¡Por favor, quien quiera que seas, retirate!

Sabía perfectamente que era él. Mis primos no, aunque si supieran quién era iban a querer matarlo.

-Pero necesito...

No termino la oración que yo estaba en camino a la ventana. Escuche como la puerta se abría y baje de a poco por mi balcón haciéndome varios raspones.

-¡Lara!

Ignore los gritos, era normal para mi escuchar a la gente e ignorarla.

Revise mis bolsillos y agarre mi teléfono.

Un mensaje.

-Cuándo pensas usar los pasajes? Te estoy esperando!

Cerre los ojos y respire, profundo, bien profundo. Entonces tome carrera y corri... sin pensar. Para que pensar, en fin, los mejores actos son impulsos.

Descanse un poco en la plaza y camine hasta que llegue a el edificio de mi tío. Entre y mire al hombre de guardia, Carlos, hice una sonrisa y me hizo señal para que pase, subi en el ascensor al último piso, la terraza.

Camine y camine por esta, recorriendo todo el lugar lleno de plantas, busque una silla que guardaban en el armario de utileria y me sente apoyando los pies en la pared del edificio.

Miraba a hermosa ciudad, no sabía si irme para conocer a esa supuesta persona que me moria por conocer o quedarme con las personas que amaba y ser feliz.

Aunque en las dos ocasiones podía ser feliz, solo que en una estaba asegurada, mas o menos, y la otra era solo una suposición.

-¡Hey!

Me di vuelta y vi a Tomás, no sabía que hacía acá, en realidad creía que este piso estaba "prohibido" por así decirlo.

-Hola.-dije intentando sonar normal pero mi voz estaba quebrada.-Qué haces acá?

-Pensar, supongo. Y vos?

-Lo mismo. No sabía que alguien más conocía el lugar.

-Mi papa trabaja aca y, mmm una vez estaba recorriendo el edificio. Supe que esta parte estaba prohibida pero me cole y subi al piso sin que se dieran cuenta. Además, el guardia estaba dormido.