De Dulce A Fría

26. Bienvenida Dormilona.

Alguien acariciaba mi mano, su toque era frío y sus manos estaban ásperas.

Abrí de a poco mis ojos y pude ver a Fer sentado en...¿Una camilla?

No me acordaba de por qué estaba ahí.

-Qué me...

-¡Paso!

Mire hacia la puerta y vi a Ian, su cara estaba pálida.

-¡Esta bien!¡Esta bien!¡No te preocupes!

Un shot de recuerdos me arrasó, yo, corriendo en la calle persiguiendo a Fer después de que salió disparado de la casa porque todos estábamos llorando por Mica.

Él estaba enojado con ella.

Esa última vez.

Ella se fue y Fer no nos creía nada.

-Fer tenes que...

Pronunció unos "Shh" y abandono la habitación para ir a buscar al doctor, dejándome con Ian.

-Sigue enojado por lo de la última vez.-dijo Ian con tristeza.

-Ya se, pero no quería que vuelva a pasar lo mismo.

-Vos terminaste en la camilla...

El doctor entro interrumpiendo nuestra charla.

-Señorita Neiras, ¿Cómo se siente?

-Bien, creo. Qué me paso?

-Mientras corría en persecución de su primo y cuando estaba cruzando venía un auto y, bueno como se imaginara digamos que...volo, pego la cabeza contra la calle quedando inconsciente.

-Por tu cul...

-¡BASTA!¡SABEN BIEN QUE ODIO VERLOS PELEAR!¡ADEMÁS LOS TRES SABEMOS QUE NO RESUELVE NADA!

Todo quedo en silencio.

Mi cabeza empezó a doler, sentía como si agujas se clavaran en ella.

-Lara, estas bien?

El doctor se alarmó mientras yo iba cerrando mis ojos.

-No... La cabeza me duele.-intente decir en un susurro pero ya no escuchaba mi voz.

POV IAN

Cuando ella cerro los ojos me preocupe y tampoco ayudo mucho cuando varias enfermeras y doctores se adentraban al cuarto y nos sacaban.

No iba a perderla a ella.

Ya estuve en esa situación y no es lindo sentir como miles de agujas se clavan en tu cabeza hasta que caes en un sueño profundo.

Esperaba que ella, mi hermina del corazón y prima, sobreviviera y saliera ilesa.

O que no duerma por mucho tiempo...

***

Una semana después...

POV LARA

Intente abrir los ojos pero una luz me encandiló así que los volví a cerrar.

Los abri despacio y pude ver que seguía en el hospital.

Ya nada me dolía.

Mire mi cuerpo, con cables, creo que se preocuparon demasiado.

Admire la habitación simplemente blanca, llena de máquinas y con una mesita al costado de la camilla con ¡Agua!, necesitaba líquido, me sentía deshidratada.

Vi que había un cuerpo en una silla al lado derecho de mi camilla, el tío Raúl estaba dormido estirado en esta, con los brazos cruzados.

Agarre el vaso de agua en mis mans y tome un sorbo, tosi un poco lo que desperto al individuo en la silla.