Pasó una semana después de todo aquello.
El recorrido de Piscis y Escorpio fue mejor de lo que ella imaginó.
Mientras caminaban por los pasillos y recorrían las aulas, hablaban de cosas triviales. Se hicieron amigos y, junto con Aries y Virgo, fueron inseparables.
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El timbre suena, las clases habían terminado. Es viernes y todos salen contentos.
En uno de los pasillos, cercano a la puerta de salida, hay mucha gente reunida y de allí sale un gran bullicio.
Piscis se acerca a una chica preguntando el motivo de todo aquello.
-Al parecer el león está marcando su territorio... -una chica, llamada Géminis, le responde.
Ella al escuchar eso, se hice paso entre la gente que miraba y gritaba.
Al estar más cerca de aquella escena puede observar como Leo, el chico popular del Instituto, está siendo sujetado por un chico, al cual pudo reconocer como Sagitario.
En frente de aquellos dos está Escorpio, quien intenta relajar su respiración y calmar su ira.
Ambos están despeinados y recubiertos por una fina capa de sudor. Leo tiene una ceja partida y Escorpio el labio.
Piscis avanza aún más hacia su amigo, para ayudarle.
-¿Qué te ha pasado?- pregunta preocupada.
-Nada.
-No me mientas. Nada, no responde a mi pregunta. Si no hubiera pasado nada no tendrías el labio partido -la chica comienza a reñirle a base de susurros.
Todas las personas, al percatarse de que aquello había terminado, se van marchado.
Sagitario y Leo habían desaparecido entre la multitud.
Virgo y Aries se encuentran a escasos metros de Piscis y Escorpio, quienes hablan en susurros.
Aries da un paso para ir a preguntar sobre el motivo de todo aquello, pero Virgo lo detiene.
-Déjalos. Estar a solas será un momento especial para ellos- la chica lo mira suplicante- mejor vámonos, aún me debes un helado por lo de ayer...
Aries asiente y ambos se van, dejando solos a aquellos dos.
-Vamos, tengo que curarte la herida. No quiero que se infecte -Piscis se levanta y, cogiendo la mano de Escorpio, comienza a caminar arrastrando al chico con ella.
-Que te he dicho que estoy bien, no es nada...
-Me da igual lo que digas, he dicho que te voy a curar la herida y eso haré.
Escorpio no dijo nada más, al fin y al cabo no iba conseguir que cambiase de parecer.
Van hasta la taquilla de la chica. Ella la abre y de dentro saca un botiquín de primeros auxilios.
Escorpio se sorprende por aquello, pero antes de poder pronunciar palabra ,Piscis responde a aquella pregunta que aún no se había pronunciado.
-Aries suele meterse en problemas... yo lo ayudo y curo las heridas superficiales que suele obtener después de meterse en donde no lo llaman- coge el rostro del chico por la barbilla- baja la cabeza, por favor.
Él hace caso. Durante aquellos pocos segundos observa los ojos azules de la muchacha situada enfrente suyo. Pune una mueca de dolor al sentir el algodón, impregnado de alcohol, sobre su labio.
-Perdón y... listo.
-Gracias
-No hay de que, ya sabes a quien acudir si te haces daño -le da una sonrisa tímida.
Ambos salen del Instituto en silencio. Se despiden y se marchan hacia sus respectivas casas.
Entre ellos se habia creado una atracción extraña, pero agradable.
Mailyn