Nueva semana, nuevo día, nuevo año escolar.
Nuevo y último.Piscis va de camino al Instituto. Escucha música y observa a las personas pasar.
Algunos estudiantes del Instituto, al cual va, la saludan y ella les contesta con una sonrisa muy amplia. Está contenta. Hoy volverá a ver a su mejor amigo.
Llega a la puerta de la institución, bastante temprano cabe aclarar.
Busca con la mirada a un chico castaño, casi pelirrojo. Pero no logra encontrarlo.
Está por dar un paso al frente cuando su vista se vuelve oscura. Todo está negro. Percibe el movimiento de como alguien se acerca a su oreja. Siente una respiración demasiado cerca.
-¿Quién soy?- le susurra.
Levanta las manos y las dirije hacia arriba, buscando el rostro de la persona. Cuando lo encuentra busca el cabello y lo despeina.
-¡Eh, no me toques el pelo!
-¡Aries!- grita y lo golpea en el pecho.
Él ríe y niega repetidas veces con la cabeza.
-¿Qué tal?- pregunta llamando su atención.
-Bien. Mirando si hay algún alumno nuevo, ¿y tú?
-También estoy bien... hablando de alumnos nuevos -observa a una chica con el cabello castaño y gafas -ahí hay una chica nueva.
-Tienes razón.
-Es guapa... más que tu diría yo -sonríe inocente al sentir la mirada de Piscis.
Ella levanta una ceja.
-¿Me puedes recordar el motivo de nuestra amistad? Sinceramente no se porque aún me caes bien... -hace un puchero. En vez de sentir pena, al verla, da ternura.
-Vale, vale -ríe -tu eres más guapa que esa chica y... -hace una pausa "pensando" -estas a mi lado porque soy irresistible.
-Claro... -Piscis niega repetidas veces decepcionada mientras pone los ojos en blanco -vamos a saludar a la chica nueva.
Aries asiente y la sigue, adentrándose en la institución.
Una vez dentro, ambos la buscan con la mirada. Al tenerla localizada se dirijen hacia ella.
-¡Hola!, soy Piscis. Un placer conocerte- sonrie con dulzura y entusiasmo.
-Hola -la chica la mira de arriba a abajo -soy Virgo -le da una escasa sonrisa ladina.
-Yo soy Aries. A tu disposición bonita -le guiña un ojo. Virgo simplemente rueda los ojos.
-¡Oye! -Piscis le da una colleja -no le hagas caso.
-Y... ¿Que tal?
Aquella frase, de parte de Aries, fue la última que Piscis escuchó. Se había fijado en un chico rubio.
Era nuevo, ya que nunca lo había visto antes. Le llamó la atención.
Piscis se propuso una nueva meta.
Se haría amiga del chico nuevo.
Mailyn