El fin de semana pasó rápido.
Era lunes, el peor día de la semana según algunos.
Por suerte todo había acabado y no tenían que volver hasta el día siguiente.
Escorpio, Piscis y Aries estan en el patio delantero esperando a Virgo, quien aún no había salido.
-Voy a buscarla, no me parece normal que tarde tanto, ella siempre es puntual...
La chica se adentra de nuevo en la institución buscando a su amiga, cosa que no es demasiado complicada.
Siente un déjà vu al encontrarse con una escena similar a la de hace unos cuantos días.
Virgo está acorralada contra las taquillas, rodeada por un grupo de chicas. Sorprendentemente la chica no se encontraba nerviosa.
Piscis se acerca para ayudar a su amiga.
-¿Qué ocurre aquí?
-¡Piscis!, vete, no pasa nada. Estaba "hablando" con estas chicas- remarca bastante la palabra hablando.
-Y... ¿quien es esta pequeña?, ¿tu guardaespaldas?- la chica pelirroja que está ante ellas se ríe de forma burlona.
-A ver bonita, a mi me puedes decir todo lo que se te venga en gana pero a ella no le dices nada -la pelirroja se acerca a Piscis y la empujó levemente, como signo de desprecio -¡y mucho menos la tocas!
Virgo gruñe aquello y se abalanza sobre la chica.
Comienzan a pelearse y a pegarse.
Todas las presentes intentan separarlas, pero ninguna se atreve a meterse entre aquellas dos.
A lo lejos se escuchan los pasos de alguien corriendo.
-¡PARAD!- Leo llega y las separa.
Libra está despeinada y tiene el labio medio partido, mientras que Virgo está intacta, simplemente con el pelo revuelto.
-¿Libra estas bien?- el chico que acababa de aparecer se preocupa por la pelirroja.
-No. Esas dos se estaban metiendo conmigo...- libra hace un puchero mientras señala a las dos chicas ante ella amenazadoramente.
Leo las mira interrogante.
-¿De verdad le crees?- grita Piscis exaltada.
El chico la mira mal y posa su vista sobre la morena despeinada.
-Todo esto no hubiese ocurrido si ella- señala a la pelirroja- no se hubiese metido en donde no la llaman- todo eso lo dice de la forma más serena que puede.
Leo se cabrea y, por impulso y sin entrar en razón, toma a Virgo por el cuello y la empuja contra las taquillas haciendo un sonido estruendoso.
Habían comenzado una guerra de miradas matadoras, sin importar en la posición en la que se encontraban.
Piscis está en shock, pero al reaccionar lo único que puede hacer es gritar.
-¡DÉJALA, ELLA NO HA HECHO NADA!
En ese momento Escorpio y Aries habían entrado y observan todo en silencio mientras caminan hacia ellos.
Leo, al estar frustrado, se gira, la mira y sin poder controlar sus impulsos, le pega una cachetada. Aún no suelta a Virgo de su agarre.
La pobre lo único que hace es quedarse en la posición en la que había acabado.
Su rostro está de lado, su mejilla roja y su mirada perdida en el pasillo vacío.
Escorpio al ver eso va corriendo hacia la chica. La observa de cerca y limpia una lagrima solitaria, que se desliza por su mejilla.
Por otro lado Aries había entrado en acción. Había empujado a Leo, quien estaba en shock por lo que había hecho.
Este cae al suelo, soltando así a Virgo.
Aries la ayuda a incorporarse, ya que en el último instante, mientras que ella intentaba soltarse mediante golpes, él había aumentado la presión en su cuello. Aún así ella queda sentada en el suelo intentando respirar.
Escorpio se abalanza sobre el chico que había hecho daño a sus amigas. Comienzan a pelearse.
Aries los separa no sin antes haber golpeado, por lo menos una vez, al chico.
El escuadrón de las chicas, junto con Leo, se marcha dejando solos a los cuatro.
Cada uno se dirije a una de las chicas.
-¿Estás bien?- ambos pronuncian esas dos palabras al unísono.
Ambas asienten.
Los chicos se acercan a ellas y unen sus labios en un tierno y necesario beso.
Aquella escena era digna de película.
Mailyn
