Querido diario, ¿dónde está Erik? Y te lo pregunto porque llevamos toda la mañana llamándole, intentando comunicarnos con él. Pero nada. Y a lo mejor tú lo sabías. Mike está destrozado. Sé que ambos se avergüenzan de lo que son. Pero no deberían. Tengo que hablar con Erik.
Aún son las once de la mañana y todo el mundo se está preparando para el baile. Lo cuál es una estupidez porque... ¡Son las once de la mañana! Y todavía quedan diez horas.
Adam y yo lo hemos hablado y hemos decidido que lo mejor es ir a casa de Erik esta tarde. Todavía no sabe nada del asunto, pero espero que algún día se entere, los cuatro somos amigos.
-¿Adam crees que abrirá?
-No hace falta que lo haga. El año pasado su madre me dio una llave después de llevarle borracho a su casa en verano.
-Empiezo a pensar que Erik es un borracho.
-Bueno, a ti te gusta el chocolate pero no eres adicta.
-Bien visto. Pero no es un buen argumento.
Picamos al timbre varias veces pero nadie contesta. Así que Adam abre la puerta con su llave. Todo está oscuro, la tele está encendida pero no hay nadie. Adam y yo buscamos durante un rato pero nada. En fin, ya volverá.
-¡Ay!
-Pero qué...
-¿Por qué no contestas cuando te hemos llamado Erik? ¿Y qué haces ahí como un gato desamparado?
-Os he escuchado entrar, pero la verdad no me apetecía echaros.
-¿Dónde están tus padres?
-Se han ido con mi hermano a no se qué cosa y me han dejado solo, genial.
-Vamos tío levanta, hueles a perro mojado.
-No, déjame Adam.
-Adam, ¿puedes ir a por un poco de agua? Tengo sed.
-Pero quiero regañarle Ana María.
-Agua. Ya.
-Está bien.
-Vale, ahora que Adam se ha ido vamos a hablar. Sé lo vuestro.
-¿Qué nuestro? No hay nada nuestro.
-Oh vamos, Mike me lo ha contado. ¿Por qué te acostaste con Lisa?
-Es mi novia, y la quiero.
-¿Por eso salías con Mike, porque quieres a Lisa?
-A mi no me gustan los hombres que te quede claro.
-Erik pídele perdón. Sabes que has hecho mal.
-No, yo no he hecho nada.
-Erik... Venga vístete, ya son las siete y tienes que prepararte para el baile.
-¿Para qué? Mike me odia, y yo me odio a mí. Para qué ir.
-Pues para bailar y para ver mi actuación.
-¿Qué actuación? Tienes pánico escénico.
-Por eso mismo, si tú vas al baile yo canto.
-Es que...
-Venga, te lo pasarás bien.
-No piensa hablar con Mike.
-Lo que tú digas. Escucha, tengo el vestido en el coche, y cómo verás Adam ya está listo. Así que espabila y vístete.
-Me tengo que duchar.
ESTÁS LEYENDO
La vida de Ana María
Historia CortaQuerido diario, he decidido que esta semana voy a empezar a escribirte. Ya se que nos enfadamos la ultima vez que estuvimos charlando, pero una amistad como la nuestra no puede acabar. Asi que he decidido escribirte para hacer las paces. Hoy es 2 de...