Inocencia

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Buena conversación mantuve con Elena, hasta intercambiamos nuestros números; le caí muy bien.

Toc toc. Alguien toca a la puerta.

¿Que diablos? - Se escabullo de su cama, se colocó una bata y corrió a la puerta.

- Buenos días, ¿Elena? -

- Sí.. ¿acaso lo conozco? -

- Disculpe tan solo soy el nuevo cartero y le traigo una carta; es un aviso, del Municipio, por cierto -

- Okay.. ¿y qué le ha pasado al antiguo cartero? -

- Se ha mudado simplemente, parece que tuvo suerte en otros lados. No a todos nos pasa -

- Así parece -

- Le dejo su carta -

Y se retiró así sin más, como quien tira una piedra y esconde la mano. ¿Una carta del Municipio? pensé. 《Srta. Jayme Sutherland. Como alcalde del Municipio responsable de su zona de residencia,  le informo que, debido  sus actuales atrasos con la renta, se ha decidido retirarle su propiedad y prohibirle momentáneamente el arrendamiento de cualquier otro predio. Espero sepa comprender. Que tenga un bonito día. Firma: John Tapia》Y mi mundo se vino abajo. Si bien me lo advirtieron, mi familia y mis amigos, yo en realidad creía que mudarme a otra ciudad con otra gente y otras cosas me haría bien. Pero aquí estaba, aquí estoy. Llegué a considerar el comprar un pasaje a mi ciudad natal y volver a mi mundo de homosexualidad. De pronto mi movil sonó y pude ver que era ella. Pensé en ignorar la llamada pero contesté casi por inercia.

- ¿Que tal? ¿Cómo va? Quieres ir a...

- No es buen momento

- ¿Qué pasa?

- Entendí que debía tranquilizarme

- ¿Dónde podemos encontrarnos?

- En el café Stone's, en media hora

- Nos encontramos allí

Después de contarle toda mi historia a Elena, suspire profundamente y dije: ¿Sabes? no es fácil, muchas veces las cosas no suceden como queremos.. supongo que debería irme, volver a mi lugar

- ¿Y cuál es tu lugar?dijo deprisa

-No lo sé - respondí

- ¿Y qué te hace pensar que no es aquí? - Tomó mi mano.

- Elena.. gracias por escucharme, pero debes saber algo de mi. Me gustan las mujeres - su expresión cambió totalmente

- ¡Siempre desee una amiga lesbiana! - ¿Y eso era bueno o malo? Por un lado, no quería ser solo su amiga, pero por el otro ¡qué más da, mientras le agrade! Me fundió en un abrazo y demoró en soltarme. Yo me derretía al sentir su cabello mezclarse con el mío, era tan sedoso.

Después de ese día, nos volvimos muy buenas amigas.

Flor de lotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora