La noche había sido mejor de lo que imaginaba. Después de todos mis miedos, logré sobrevivir al rato con los Tanner. Si bien parecía tremendamente terrible, había valido la pena.
Elena entró bruscamente por la puerta, portando sólo su ropa interior; debió creer que yo estaba profundamente dormida. En cambio la observé maravillada, mientras ella buscaba el mejor atuendo para el día de hoy. Pude ver sus hermosas curvas entrelazándose con su largo cabello, sus finos pies danzando sobre el suelo, como si tuviera dentro música propia. Creo que tiene música, creo que ella es música. Sus brazos se movían a lo largo y a lo ancho buscando en el clossed algo que la hiciera lucir bella; sin saber que así, semidesnuda, se veía perfecta. Sus finas piernas parecían de atleta, al igual que sus muslos. Diría que en otra vida fue futbolista. Pero en esta, es excitación pura.
No vio la magia de mis ojos al mirarla, ni escuchó las palpitaciones de mi corazón. Si quiera pudo descifrar que estaba ahí sintiendo por ella, lo que ella por los hombres.
- Hola - dije despacio
- Oh, hola. Creí que seguías durmiendo ¿Qué tal tu noche? ¿Has dormido bien? Espero que el ruido de la secadora no te haya despertado.
- No.. no lo hizo, tranquila. Dormí muy bien ¿Tú?
- También.. Ayer me la pase de maravilla con tu familia.
- Podría haber sido peor. Siempre es peor. ¿Ese discurso de los valores y el dinero? Me lo sé de memoria. Lo tolero pensando que al menos yo no heredé esa bazofia -
- Lo entiendo. A decir verdad, vine preparada para eso así que descuida. Fue divertido evadir preguntas, y tú también me ayudaste. Quizás ahora me vean como una aliada y eso es bueno si quieres seguir aprendiendo álgebra ¿cierto? - Me miró de arriba a abajo y los pliegues de su rostro lograron formar una sonrisa.
- Cierto - dijo
- Mierda, me estoy enamorando de mi amiga -
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Flor de loto
Teen Fiction《Porque el amor no tiene límites. Es inseguro, dispuesto, valiente y puro.》 Jayme, conocerá a quien traerá calma a su vida. Elena, se conocerá a sí misma. Para el amor no hay edad, religión, raza ni sexo.