»My Demons Hide« ★Dramione★

«No Te Equivoques Conmigo Granger»

En la sala común de Gryffindor se encontraba el rubio que ya había terminado de explicarle lo sucedido a su amigo y éste solo seguía asintiendo aunque el rubio ya no hablaba.

-Harry, di algo-suplicó el rubio, si se ponía a pensar en lo que pasó pues no era tan malo, solo que Hermione Granger la princesa de Slytherin, la que siempre lo había humillado y denigrado, la que siempre buscaba una excusa para que sus gorilas le dieran una paliza, esa chica fría de ojos como fuego, ella lo había besado. No sonaba tan impresionante... Bueno tal vez un poco.

El pelinegro levantó la mirada hacia Draco y negó levemente.

-¿Qué quieres que diga? Es muy confuso lo que te pasó-el rubio asintió ya que desde eso andaba de mal humor porque la rubia lo ignoraba y le hablaba cuando a ella le venía en gana-. ¿Ron lo sabe?

-Uhmm, no-se rascó la nuca y luego alborotó su ya revuelto cabello-. Le daría algo a Ronald y formaría un escandalo-el pelinegro asintió de acuerdo a lo que decía su amigo.

-Pero igual se le debe decir, Draco. Además, Ron estaba allí cuando ella te guiñó un ojo, no se tu pero pienso que tiene derecho a saberlo-le dijo colocando una mano en el hombro del rubio y éste asintiendo no muy convencido.

-Tienes razón, Harry, cuando baje le diré todo.

-Eso sí, hay que hacerlo en un lugar apartado.

-¿No tenemos que ir a visitar a Hagrid? -el pelinegro asintió recordándolo -. Espera aquí, iré a decirle a Ron.

Se levantó de su asiento y caminó escaleras arriba hasta la habitación de los chicos en la cual fue hasta su puerta y entró para luego ver a Ron tratando de hacer el pergamino de veinte centímetros sobre lo eficaz que es saber transformar un objeto en animal que McGonagall los envió a hacer.

-Hey Weasley -el pelirrojo al reconocer la voz de quien lo llamó dio un respingo en la silla y volteó a ver al rubio-. Vamos a ir a ver a Hagrid, ¿vienes?

-Sí-dijo para levantarse de su lugar y seguir al rubio hasta la sala común en donde seguía Harry esperándolos.

-¿Listos? Vámonos entonces -dijo el pelinegro.

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-Deberías dejar de ser tan dramática.

-Cállate Blaise-gruñó la rubia al entrar en la sala común y ser elogiada por su valentía al enfrentarse al tal bestia.

Unos minutos después de contar su 'heroica' historia subió a su habitación para darse una buena merecida ducha. Al terminar cambió sus vendas por unas limpias y salió con paso decidido para ir hasta las habitaciones de los chicos y éstos quedarse viendo desconfiados y algunos de forma coqueta.

Entró en la última habitación sin pedir permiso ni tocar, por lo que al entrar completamente todos voltearon a verla sorprendidos aunque después de darse cuenta que era ella siguieron en sus labores. Crabbe le sonrió tímidamente y ella solo rodó los ojos, Blaise en cambio movió las cejas con picardía mientras señalaba el baño que había en la habitación, la puerta de éste se abrió dejando salir a aun castaño el cual solo lo cubría una toalla dejando su torso desnudo y gotas de agua resbalando por su cuerpo. Hermione tragó ya que nunca había visto a su mejor amigo así y podía admitir de que se veía extremadamente sexy.

Theo la miró confundido por su presencia y se quedó parado en su lugar solo viéndola, la rubia miró mal a Crabbe, Goyle que ya había despertado y a Blaise.

-Muy bien chicos, es mejor irnos y dejarlos hablar si no queremos salir con un crucio-dijo Blaise empujando a los dos gordos que asintieron aunque Crabbe lo dudó pero luego de la segunda mirada de la rubia se rindió y los tres salieron de la habitación dejándolos solos.