CAPÍTULO 27.

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Camina por el corto pasillo y, por alguna extraña razón, entra en la habitación que hay al otro lado del pasillo, la que le pertenece a Louis. Al entrar encuentra una cama de matrimonio, un mueble de madera y un pequeño armario. Hay una cosa que le llama especialmente la atención. Se acerca al mueble de madera y sujeta una foto entre sus manos. Sale Louis rodeado de cuatro niñas pequeñas, dos gemelas, una mediana y otra más pequeña que Louis pero la más grande de las chicas y también una mujer que abraza a Louis, una mujer que se parece mucho a él y que, supone que será su madre. De repente la puerta se abre y Leah se gira sobresaltada, encontrándose a Louis. Leah se pone muy nerviosa, tiene miedo de como reaccione Louis. Louis al verla se sorprende y más por el hecho de que está mirando una foto suya. Nota como Leah empieza a temblar y él entiende perfectamente que tiene miedo. Se apresura a cambiar su serio rostro y sonríe dulcemente, acercándose a ella lentamente, pero entonces Leah retrocede. Louis se acerca a Leah y coge la foto que Leah sostiene entre sus manos.

-Es... Una... Foto muy bonita -dice Leah con un hilo de voz.

-Sí, la hicimos las navidades pasadas -contesta Louis, haciendo que Leah se tranquilice -Las gemelas son Daisy y Phoebe, la mediana Felicite, la mayor Lottie y ella es mi madre, Joahnnah -explica.

-Son muy guapas todas -asegura Leah. Louis sonríe.

-Sí, mucho... -susurra Louis con algo de tristeza en su voz.

-¿Te puedo hacer una pregunta? -dice Leah mirando a Louis. Este asiente -¿Por qué no estás con ellas? -

-La vida es complicada... Esa ha sido la última vez que las he visto... He hablado con ellas por teléfono, pero no las puedo ir a ver ¿sabes? He hecho muchas cosas malas y... Me da miedo volver con mi familia, tengo miedo a que me rechacen... -confiesa Louis.

-No te tiene que dar miedo Louis, la familia siempre está por delante de todo, estoy segura de que por muchos errores que hayas cometido ellas siempre estarán ahí para ti, te lo digo por experiencia propia, puedes hacerles daño o joderlas una y otra vez, pero ellas siempre te querrán, eres su hijo y su hermano y eso no lo puede cambiar nadie. Louis tienes que ir a visitarlas, no dejes que pase más tiempo. Échale huevos y preséntate en casa, con una sonrisa en la cara y una disculpa en los labios -aconseja Leah.

-Gracias Leah, muchas gracias, en serio -agradece Louis abrazando a Leah con fuerza. Leah corresponde a su abrazo con ganas -¿Qué castigo te ha dado Niall? -pregunta Louis cuando se separan.

-Eh... Iba a... Bueno, supongo que ya lo sabrás, pero al final no lo ha hecho. Cuando he abierto los ojos ya no estaba... -contesta Leah golpeando nerviosamente el suelo con los pies.

-Me alegro de que no te haya hecho nada -dice Louis sincero.

-Por una menos -gruñe Leah -Ha sido un placer conocerte, en serio, aún recuerdo lo que hiciste por mí y te lo agradezco -

-Eso suena mucho a despedida -sonríe Louis.

-Esa era la idea -contesta Leah bajando la cabeza. Entonces Louis lo entiende, Niall tiene pensado matarla y, conociéndole como le conoce, está seguro de que pasarán su última noche juntos y mañana... Mañana la matará.

-Lo siento -se disculpa Louis volviéndola a abrazar.

-¿Tú no puedes hacer nada, verdad? -pregunta Leah llorando silenciosamente en el hombro de Louis, sin separarse de él.

-No, lo siento... Son cosas suyas, yo no me puedo meter. No veo bien que haga esto, pero es su vida y sus decisiones y por muchos errores que cometa yo siempre estaré a su lado -contesta Louis en un susurro.

-Oh... -dice Leah apartándose de él -Voy... Voy a mi habitación -anuncia antes de salir de la habitación y dirigirse hacia la que comparte con Niall.

El día pasa rápidamente y Leah logra evitar a Niall con facilidad, pero ahora llega la noche, es imposible evitar a alguien teniendo en cuenta que duerme a tu lado. Leah sale de la ducha con una pequeña toalla envolviendo su cuerpo y se dirige rápidamente hacia la habitación en la que hoy dormirá. Entra y cierra rápidamente la puerta detrás de ella. Se gira hacia la habitación y se encuentra con Niall. Este la observa detenidamente, viendo como esa diminuta toalla deja ver el precioso y esbelto cuerpo de Leah. Pasa su lengua por sus labios y se quita la camisa lentamente, sin dejar de observar a Leah. Ella se dirige hacia la bolsa, sin siquiera mirarle, y coge su pijama, unos pantalones largos y una camisa de manga larga con dibujos de hamburguesas y patatas. Se lo pone y se gira hacia Niall, quien le mira divertido.

-Me has hecho entrar hambre -ríe Niall observando el pijama de Leah. Ella le contesta con una mueca extraña, lo más parecido a una sonrisa que ha visto en mucho tiempo. Leah camina hacia la cama y Niall se aparta un poco. Se tumba en la cama, en la parte que está más pegada a la pared. Se acomoda un poco y se tapa con el edredón. Nota como Niall entra en la cama y se tumba a su lado.

-Buenas noches Leah -dice Niall en un susurro.

-Buenas noches Niall -contesta Leah. Leah intenta dormir pero no lo consigue... Hay algo que se lo impide. Ella sabe de sobras que esta será su última noche, entiende que mañana Niall la matará y no quiere pasar su última noche con vida así. Necesita sentirlo por última vez dentro de ella, lo necesita, es una especie de despedida... Porque por muchas cosas que Niall haya hecho a Leah le sigue gustando, sigue sintiendo algo por él...

Leah suspira fuertemente y se gira, encontrándose con la espalda desnuda de Niall. Eso le permite ver sus marcados músculos y esos hombros tan trabajados y perfectos. Por unos segundos está a punto de arrepentirse, pero algo en su cabeza no le permite retroceder. Niall se siente un poco incómodo, el hecho de estar en una misma cama con Leah y tener que guardar las distancias no le gusta nada... De repente nota como Leah se gira y empieza a acaricar su espalda. Dios... Eso le encanta. Tras varios segundos de disfrutar del masaje se gira lentamente, quedando de cara a Leah. Ahora los dos se miran fijamente a los ojos. La tensión sexual y el deseo se hacen notar en cada uno de sus actos, sobretodo en el hecho de que Leah tiembla levemente. Niall tiene ganas de besarla, pero se prometió a sí mismo que no volvería a hacer nada que ella no quisiera y eso es lo que va a cumplir.

-Niall... Si esta es mi última noche viva no la quiero pasar así... -susurra Leah clavando sus ojos en los de Niall. Niall la mira extrañado.

-¿Quieres decir qué...? -le anima a seguir Niall.

Historia De Un SecuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora