La Misión

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* Lisa *

Su largo cabello volaba por la veloz corrida. La habían citado a ella y a todo el grupo. Se escuchaban sus pasos en el vacío pasillo de la Academia.

-¿Puede ser que siempre tengas que llegar tarde a todos lados? Ni que hubieses entrado ayer a la Academia... Mierd*... el Director Griswold sonaba serio...-

Cuando abrió la puerta de la oficina, todos se dieron vuelta a observarla. Si faltaba un poco de presión para sentirse horrible por llegar tarde, ya estaba hecho.

- Señorita Silvers, que bueno que ha podido unírsenos...- Mientras todos parecían preocupados por las palabras del Director, Ángela me miró sonriente, fiel a su estilo, y me indicó el asiento que estaba a su lado. Luego de sentarme, prosiguió: - ...como les decía a sus amigos, el Gran Dragón Blanco parece haber sido visto en "Las Nubes Congeladas". Según nuestros informantes, está malherido y se ha escondido para dejarse morir, lo cual suena ilógico, pero real.

Todos nos mirábamos asombrados, escuchando al Director hablar sobre este misterioso Dragón Blanco. La puerta se abrió de repente, era Master Blake que se nos unía. Luego de saludarnos uno por uno, se sentó:

- Drhaer giokkâ rôyhk serithyâ... ("Creo que los estoy convenciendo" en Akjishodra) - Le susurró el Señor Griswold al recién llegado.

- Frhîgg dejherrâ akjûrd... ("Sólo diles que no será sencillo") - Respondió Master Blake.

Creo que excepto yo, nadie más entendió nada. Sus caras lo demostraban.

- Creo que esto del Akjishodra se me está dando de maravillas... Mierd*! Concéntrate Lisa! -

- Nadie los acompañará a esta misión. Si todos están aquí es porque creemos que pueden hacerlo. El maestro Blake les dará unas clases sobre la lucha en hielo... y como Ángela es la más avanzada en esta materia, será la que lidere la misión...

- ¿Y Cuál sería la misión? - Preguntó Alexander. Yo sabía que por dentro lo carcomían los celos por no ser él quien dirigiera el grupo.

- Tranquilo "Mr. Engreído", no eres el centro del universo... -

- La misión es simple y dificultosa al mismo tiempo... - La voz de Master Blake retumbaba en toda la habitación. - Deben viajar en sus Kleindragels hasta "Las Nubes Congeladas" y revisar todo el lugar. Nos han dicho que el Dragón Blanco se ha escondido, y si tienen suerte y lo hallan, deben intentar obtener de él, el brazalete de cristal que lleva atado sobre su cola...

- Suena a "pan comido"... - Interrumpió Alexander.

- No te creas Griffin, aunque un dragón esté moribundo, su fuerza puede ser letal. - Sentenció Master Blake.

- En fin... - Continuó el Director. - Necesitamos que se preparen para partir cuanto antes. Les pido sólo que sean prudentes. Cada uno de ustedes tiene una cualidad distinta, lo que los hace fuerte como grupo, siempre y cuando actúen como tal... por eso, no necesitamos héroes solitarios...

- Eso va para ti, Alexander Griffin -

Luego de que nos den los demás detalles, todos regresamos a nuestros cuartos para ponernos nuestras armaduras. Master Blake nos dio varios consejos para no morir congelados ni quemados.

Ya en mi habitación, al mirarme al espejo, parecía de verdad otra persona. Hasta hace unas semanas, estaba terminando el suplicio de la escuela secundaria, y hoy, iría en busca del Gran Dragón Blanco para recuperar un objeto que se creía perdido. Fue imposible no pensar en mi hermana.

- Sabes que hago esto por ti. Gracias por fortalecerme. Juro que te vengaré hermana...-

Saliendo ya con la armadura, en dirección a los establos, la dulce voz de Ángela me llamó. Estaba con Kate. Debo decir que se veían impresionantes con sus armaduras. Mis nuevas amigas eran dos hermosas "escamas de dragón". Lucían imponentes.

- Wow! Eso es elegancia! - Exclamé. - ¿Se han visto al espejo chicas? Espero que Adam y Jake puedan concentrarse en la misión.

Las dos se sonrojaron al mismo tiempo, pero sonrieron ante mi comentario. Aunque pude notar que Ángela estaba más seria que de costumbre.

- Espero que todo salga bien. Esto de comandar una misión tan arriesgada está acabando con mis nervios... - Kate acariciaba su mano, para reconfortarla.

- Lo vas a hacer muy bien Ángela, sólo sé tú misma. Todos vamos a apoyarte, creo que hablo por todos... hasta por Alexander. - Dije.

- ¿Creen que se habrá enojado porque me hicieron liderar la misión?

- Si lo hizo, es más idiota de lo que creí... - Solté, enojada con la idea de que la misión fuera un asco por culpa de Alex.

Cuando llegamos a los establos, no pude evitar recordar el castigo que nos dejó sin clases de magia. Una vez que todos llegamos, subimos a nuestros Kleindragels. Ruby se veía preciosa en esta mañana y todos lucíamos alegres y llenos de emoción.

La misión nos uniría aún más como grupo, aunque ninguno de nosotros se imaginó lo que "Las Nubes Congeladas" se traerían en sus fríos paisajes.

El Gran Dragón Blanco - Ganador "Concurso SilverFaith46"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora