El Gran Dragón Blanco - Ganador "Concurso SilverFaith46"

Dragón A La Vista

* Lisa *

Supe que estábamos llegando a "Las Nubes Congeladas", cuando Ángela se nos adelantó y comenzó a gritar como una loca. Todos sonreíamos al verla tan feliz. Incluso Jake, que últimamente estuvo intentando evitarla. Su cabello claro, en dos coletas, parecía ser dos lanzas que salían de su cabeza. Ella estaba llegando hasta el lago congelado, obviamente en primer lugar.

Una vez que todos bajamos de nuestros Kleindragels, éstos parecieron huir de aquel gélido lugar, porque en unos minutos habían desaparecido de nuestra vista. Eso tuvo que habernos servido de advertencia.

- Bueno... - Comenzó a decir Alexander. - ...Lisa, si fueras un dragón a punto de morir, ¿Dónde irías a esconderte?

- Lo dicho, ha comenzado la hora de la estupidez. – Pensé.

- No creo que un dragón de ese tamaño piense como uno de nosotros. – Dijo Ángela, ignorando el horrible humor de Alex.

- ¿Qué tal si probamos separándonos en grupo de dos? – Preguntó Adam, quien siempre proponía lo mismo, sólo para andar de la mano de Kate.

- Dios, no otra vez... no más parejitas y mucho menos con el imbécil de Griffin... -

- ¡Me parece estupenda la idea! – Gritó emocionada Kate.

- Eso no es los que yo llamaría una sorpresa... en fin... -

- Yo creo que quien tiene que decidirlo, es la líder de esta misión... ¿Qué dices, Ángela? – Sabía que no lo decía por otra cosa más que ver como Mr. Engreído se tragaba los celos.

- Creo que debemos separarnos, pero en grupos de tres. Dos de nosotros pueden ser muy fáciles de vencer... tal vez si vamos en grupos de tres, tengamos una oportunidad... - La sabiduría de esta muchacha no paraba de sorprenderme. – Yo iré con Adam y Kate... el resto puede tomar el camino hacia el bosque helado.

- Como digas, jefa... - Sentencié. – Andando par de payasos. Y nada de chistes ni bolas de nieve. – Ellos se miraron entre sí, y sin decir nada, me siguieron.

* Alexander *

Caminamos casi una hora, mi armadura estaba casi congelada. Ahora entendí por qué Ángela lideraba la misión. Era la única que podía caminar sin tiritar de frío.

Cuando casi terminábamos de revisar cada árbol del bosque, pensando que el Gran Dragón Blanco podía estar en forma humana, un destello de luz blanca pareció asomarse a unos cuantos metros.

- ¿Han visto eso? – Susurró Jake. – Pareció venir de donde comienzan las montañas...

- Eso parece estar a kilómetros de distancia... - Agregó Lisa.

Quise despejar nuestras dudas, y sacando mi espada encantada, la convertí en un largo monocular. Comencé a ver en dirección a donde creímos ver la luz. En ese momento, llegaron Ángela, Jake y Adam a nuestro encuentro, diciéndonos que no habían hallado nada.

Al ver que estábamos en silencio, quisieron saber hacia dónde estaba dirigida mi vista.

- Hemos visto un pequeño destello de luz, que pareció venir de ese lugar, donde comienzan las montañas. – Aclaró Jake a los recién llegados. Todos comenzaron a mirarme, cuando me quedé en silencio.

Realmente no podía creerlo. Nunca en mi vida había visto algo parecido. Creo que hasta mi boca estaba abierta, porque todos alrededor comenzaron a preocuparse.

- Dime que lo has visto, Alexander Griffin... - La voz de Lisa pareció hacerme efecto. Porque fue la única que pude distinguir.

Asentí con la cabeza, porque mi habla no me hacía caso. Era el primer dragón que veía en mi vida, de un color blanco brillante. Recostado sobre sus patas delanteras, yacía al final del bosque. Lucía cansado, o por lo menos, eso era lo que reflejaban sus grandes ojos azules profundos. No podía creer que sólo estaba a escasos kilómetros de mí.

- A... ahí está... puedo verlo... - Alcancé a decir.

- Me parece que ya nos dimos cuenta de eso, Alex... - Dijo divertida Ángela.

Guardé otra vez mi espada y luego de escuchar lo que pareció un razonable plan, corrimos lo que quedaba del bosque hasta llegar a metros de la criatura. Lo que nadie sabía hasta entonces, era que el Gran Dragón Blanco, era nada menos, que El Dragón del Hielo.