Minerva Mc Gonagall

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Martina desde que entró en Hogwarts el año pasado, siempre ha sido muy buena bruja y estudia mucho. Cuando recibí la noticia me impactó mucho, había que decirle y no iba a ser nada fácil.

Al final la llamamos y al entrar al despacho me dió realmente pena. No sabí como decirle ni como iba a reaccionar. Le dije y quedó totalmente paralizada. No lloró, ni me dijo nada, tampoco temblaba, solo me observaba con la mirada perdida, sus ojos verdes no mostraban ningun signo de emoción. Iba parpadeando, o también desviaba la mirada.
- Martina...- Seguía sin decir nada.

Entonces me levanté y la ayudé, era mejor llevarla un rato a la infermería. Cuando ya llevábamos medio camino, quedó inconsciente y cayó desmayada al suelo. Por suerte en esemomento pasaba la profesora Lovegood, que venía a buscarme. Entonces llamamos a la señora Pompfrey y la llevamos a la enfermería.

Martina despertó al día siguiente ya por la tarde, lo que ya no sabíamos que hacer era cuando no recordaba nada. Su cabeza lo había olvidado al haberlo pasado tan mal. Lo mejor que podíamos hacer fue contratar a una psicóloga/psiquiatra en Hogwarts, no era el primer caso ni sería el último, y sobretodo en este caso, era necesario. En Hogwarts nunca se había propuesto algo así y nuestros alumnos necesitaban una atención más a parte de la de los profesores. Alguien con experiencia.

La distancia es un espejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora