La distancia es un espejo

La lechuza del ministerio

- ¿Qué tal? ¿Cómo estás?
- Bien, supongo, ¿Por qué me has llamado profesora?
- Hemos estado hablando Lovegood y yo, no sabíamos como decírtelo ni si yo o ella. Al final decidimos que te lo dijera yo.

Yo permanecía callada, no sabía que decir, tampoco lo que me esperaba. Debía estar tensa, porque Mc Gonagall se levanto y se hacercó más a mi y ne empezó a tocar el brazo.

- Verás, nos ha llegado una lechuza del ministerio de mágia con una carta. Se ve que tus padres el fin de semana pasado iban a pasarlo fuera. - Yo la miraba con cara de que no me enteraba de nada esperandome lo peor.- No les pilló muy buen tiempo, llovía e iban discutiendo, el coche resvaló y tuvieron un accidente. Se ve que han estado aguantando y luchando estos días, pero al final no han resistido,ni uno, ni el otro. Esta mañana ha llegado una lechuza de emergencia, decía que han muerto sin sufrir mucho ya que quedaron en coma cuando su cuerpo no podía más. Lo siento mucho... Como ya te habrá dicho la profesora Lovegood no estás sola.

Desperté en la infermería, no me acordaba de nada, ni que hacía allí. Al momento entró la señora Pompfrey, llevaba un bote con una poción dentro.
- Buenas tardes, Martina, ¿Cómo te encuentras?
- ¿Qué me pasó? ¿Qué hago aquí?
- ... Es peor de lo que pensaba...- Murmuró.- Ahora vengo, un momentín, si quieres ves tomandote a sorbitos esta poción. ¡Aviso! No está muy buena. - Se giró y marchó dejándome de nuevo sola en la confusión.