Mí Querido Guardaespaldas. [sTaXxBy] TERMINADA.

Treinta y uno.

Im all alone..-

 Extrañaba a Frank, hace una semana no lo veía. Todas las noches como habíamos quedado, diariamente él venía a verme. O a solo darme las buenas noches. Pero hace una semana no se aparecía por mi ventana, la fría noche parecía un congelador sin su presencia.

Desperté por los malditos y huecos gritos de Claudia. Tome mi blanca y costosa toalla y caminé hacia mi baño. El agua caliente hacia cosquilleo a mi cuerpo frío por aquel invierno.
me puse mis converse, un pantalón, una camisa negra con letras blancas  y una sudadera negra.
Llegue a la escuela, estaba aún vacía. Antes no acostumbraba a llegar temprano siempre quería que todos los estudiantes vieran mi entrada triunfal.
Caminaba mientras se escuchaban los rechinidos de mis tenis por el pasillo, solo algunos estudiantes se daban vuelta a mirar mi caminar. Claudia y su grupo de huecas, estúpidas, perras y mierdas de personas iban pasando por la entrada de la escuela. Gire mi rostro hacía el lado contrario.
-Alex creo que me tienes que explicar porque no quisiste contestarme tu celular anoche. –dijo Rubén llegando atrás de mi.
-Tenía sueño y me fastidia que me llamen, me pongo de mal humor. –dije inclinándome de hombros.
-Mmm... tienes razón gracias por no contestar entonces. No deseo pelear contigo. –el rió.
Rodeé mis ojos. Tome mi mochila y seguimos caminando en silencio.
A lo lejos vi a Germán, su rostro de pocos amigos me puso de mal humor enseguida.
-Rubén anda a clases, dile al profesor que me sentí mal. Mejor dicho cúbreme. –dije mirando a lo lejos como Germán me hacia una seña para que fuera a su lado.
-Alex me gustas cuando estas tranquilo y no haces maldades cuídate. –dijo despidiéndose.
Germán camino hacía el aparcamiento de la escuela. Un fuerte y helado viento hizo que se me pusiera la piel de gallina. Me sobé las manos.
-Germán tenemos que hablar. –empecé diciendo.
-Alejandro has cambiado mucho, no me gusta tu cambio. Quiero a ese antiguo chico popular. –dijo con voz de mando.
-Germán tú y yo no tenemos nada en común. Quizás hace meses nos podíamos parecer en algo pero ahora en nada. –subí la voz en la palabra nada.
-¿Por qué lo dices? ¿Lo dices porque te gusta tu ex guardaespaldas? Te vi Alejandro Bravo, Frank Garnes te visita en tu propia habitación. Tú no me puedes ocultar cosas querido Alex, desde hace mucho tiempo soy tu sombra. –dijo amenazante.
-¿Quién crees que eres para decirme que eres mi sombra? Jamás lo serías ni lo serás y sobre el maldito de mi guardaespaldas, yo no sé nada de él hace mucho tiempo. –mi garganta dolió cuando dije maldito. Tenía que seguir ocultándolo.
-¡Por favor! No me hagas quedar como idiota yo sé lo que vi y vi a Frank entrando a tu casa. Después los vi salir juntos a un restaurant al más costoso de L.A (Imaginense que fueron dónde se hizo el ''Cenando con...'') y todas las noches él te visitaba pero te dejo solo e indefenso hace una semana. ¿Qué diría tu mafioso padre cuando se entere que lo estás viendo a solas Alejandro?
-No te metas en esto Germán tú sabes muy bien de lo que soy capaz de hacer. Le hice la vida imposible a nueve guardaespaldas, golpeé a Claudia y a Grefg, Y corrí de mi casa a Frank. No querrás saber que podría hacer contigo. Y como tú dices mi padre es un mafioso, ten cuidado por donde caminas Germán. –di el contra golpe. Sabía que era una mentira, mi padre no era mafioso, solo mato a un par de personas. ¿Pero a quien mierda le quiero mentir? mi padre es uno de los peores mafiosos aquí en L.A. Muchas cosas van saliendo a luz este último tiempo.
-Ten cuidado tú Alejandrito. –él rió macabramente y camino nuevamente hacia la entrada de la escuela.
-¿Sabes que maldito? ¡TERMINAMOS, TEN CUIDADO GERMÁN! –grité.
Estaba furioso, si mis deducciones eran correctas todos me respetaban porque era el hijo de un estúpido mafioso.
Algo molesto mire a mí alrededor. No podría entrar a clases de biología el profesor me odiaba. Algo llamo mi atención, en un árbol cerca de mi auto estaba esa persona, la persona de vestimenta negra y encapuchada.
Esta es mi oportunidad.
-¡Hey tú! –grité.
La persona misteriosa me miró y con ojos alarmantes empezó a correr. Si seguía con mis dotes físicos podría seguirla y correr más fuerte que esa persona.
-¡Hey! –corría rápidamente detrás de la persona. Su figura es como una mujer, sus caderas, su forma de correr, pero lo más importante su anillo de compromiso.

madre mía guilyberto xdxdxd