Mí Querido Guardaespaldas. [sTaXxBy] TERMINADA.

Veintitrés(?

5SOS, ESO CHAU.

 Después del incidente en la arena, no hablamos más. Llevábamos tres días sin dirigirnos la palabra, somos unos totales desconocidos. Pese a que ese día no hubo más que un beso en el cuello.

Después de un asqueroso día en la escuela, llegue a casa con Rubén para prepararnos. Germán haría una fiesta en su casa y toda la escuela estaba invitada. Me escaparía de casa, papá en estos días andaba muy paranoico con que algo iba a pasar.
-Babosadas. –dije respondiéndole la pregunta a Rubén sobre lo paranoico que estaba mi padre.
-Quizás Richard tiene razón, tu sabes afuera hay muchos peligros. –dijo mirando como buscaba ropa.
-¿Qué paso con Rubén? ¿Dónde lo llevaste? Has madurado amigo. –reímos juntos.
Tocaron la puerta de mi habitación.
-¿Y si es tu guardaespaldas? –dijo en un susurro Rubén.
-Dile que me estoy bañando, para dormirnos. –dije entrando al baño a esconderme.
Sentí como Rubén hablaba con Frank. Cuando sentí la puerta cerrarse salí nuevamente hacia mi habitación.
-¿Qué dijo? –le pregunte.
-Dijo que no saliéramos, que recuerdes que tu padre dio esa orden. Solo eso.
Salimos sigilosamente por el pasillo, mirando a todos los alrededores. Pero todo estaba desierto. De repente una puerta sonó, era la habitación de Claudia. Nos apegamos a la pared, vi como Frank salía de la habitación de Claudia, ella solo traía ropa interior y no precisamente ropa de una señorita. Las ganas de gritarle perra a la cara me hacían hervir de la rabia. ¿Amor C.?, Frank en la escuela acompañándola. Ahora todo calzaba a la perfección.
Llegamos al auto, estaba un poco frustrado por haber visto a Claudia y a Frank. A veces quisiera olvidar ciertas cosas.
-¡Hoy nos emborracharemos a morir Rubiuh! –dije subiendo la música.
Cuando llegamos a la gran casa de Germán movía mis pies rápidamente, nervioso. Quiero estar en peligro, quiero beber y quedar indefenso. Quiero que me hagan daño. Así tenía una excusa maldita para llamar al idiota de Frank.
-Alejandro. –Germán fue a saludarnos.
-Hola. –dije. Rubén miraba hacia todos lados buscando algo.
-¿Qué buscas? –le pregunte.
-Quiero sentarme. ¿Germán donde puedo sentarme? Estoy muy cansado. –Ger nos llevo cerca de la pista de baile. En esta fiesta no había descontrol. Y yo quería descontrol, eso se solucionaría en unos momentos.
-¿Tienes alcohol? –le pregunté a Germán.
-Les traigo enseguida.
-Alex solo prométeme que no tendremos un orgía si empiezas con tu descontrolada noche. –dijo Rubén.
-¿Una orgía? ¿Bromeas? No soy tan hijo de puta. –me gire y vi como Claudia bailaba en medio de la pista de baile.
-¿Y esta que está haciendo aquí? –dije molesto.
Rubén se encogió de hombros.
Germán trajo dos vasos con cerveza, en menos de dos minutos las había bebido.
-¿Alex estás bien? –Rubén me acariciaba el cabello, mientras yo miraba atentamente cada movimiento de Claudia.
-¡Quiero matarla!  

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