~12~¡Quedate a cenar!

13 4 0
                                    


Las clases continuaron, parecía que nada había cambiado en el mundo. Aunque mi mundo había cambiado completamente.

Yo pensaba que ShiroNeko y Alexander se parecían pero ahora pienso que son completamente iguales. Con ambos me siento protegida, a ambos los golpearon, tienen unos preciosos ojos azules.

El día termino y yo volví a mi casa. Shiro me esperaba en la puerta. Lo empecé a acariciar con la mano el movía la cola alegremente. Mi teléfono vibro provocando que me asustara. Lo saque y leí el mensaje.

¿Kassia, puedo ir a visitar a mi Shirito?

Era un mensaje de Alexander.

Claro.

Llego en diez minutos.

Ya no hubo más mensajes. Después de unos quince minutos alguien tocó el timbre, Shiro levanto la cabeza pero no hizo nada más. Me levante a abrirle a Alexander. Cuando Shiro vio que era Alexander corrió a saludarlo.

-¡Shirito!- exclamó -¿que te hace la mala de Kassia?- bromeo.

Shiro movía la cola alegremente.

-Ustedes se parecen demasiado- dije sentándome en la alfombra.

-¿En serio? ¿Me comparas con un perro?- reí -Es obvio que si concursamos por quién es el más lindo, ganaría el perro- volví a reír.

-Estoy cien por ciento Segura de que te ganaría- le dije.

-¿Si iras al crucero?- preguntó.

-Si, mis padres ya me dieron permiso. ¿Y tú? ¿Irás?- el asintió.

-¿Cómo es tener dos padres que te quieren?- preguntó, no me esperaba esa pregunta así que me quede pensando.

-Es lindo supongo.

-Que explicación más detallada- dijo con sarcasmo.

-Pues, me quieren más que a ellos mismos, saben si necesito algo antes que yo. Me consienten y me cuidan creen que puedo hacer todo si me lo propongo y me apoyan cuando tengo un sueños que cumplir.

-Debe ser lindo- apartó la mirada hacia Shiro, dirigiéndose a él le dijo -Se como te sientes, te golpeaban y intentaste escapar, yo también lo intente, no tuve tanta suerte como tú para caer en manos de una tierna chica- me sonroje.

-¿Te escapaste?- pregunté.

-Si, no me dejaron comer en todo el día, también me golpearon.

-Y tu ¿cómo es vivir con tu padre?

-Horrible, no aguantarías ni un día con el. Nunca eh llevado a ningún amigo a mi casa. No me dejan tener mascotas. Un día lleve un gato callejero. No sé qué hizo con el pero nunca lo volví a ver.

-Y ¿cómo lo soportas?

-No lo hago, regreso lo más tarde que puedo de la escuela, los fines de semana me quedo en mi habitación y si hay un invitado yo saludo y me quedo en silencio esperando a que sea seguro volver- suspiro.

Mi madre paso por la habitación.

-No me hagan caso, solo limpio ja, ja- río nerviosa como si escondiera algo. Regresó a su cuarto.

Enemigo, ¡me gustas! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora