~6~ Secreto

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Espere la mañana sin nada que hacer, aveces miraba la televisión, mi teléfono o venía un doctor a hacerme pruebas. Me dijeron que mejore un poco y yo realmente sentía el cambio, ya podía respirar con naturalidad (aunque aún me dolía). Tenía poco sueño así que no dormí en la mañana, solo esperaba que alguien me visitara.

Después de la salida de la escuela vino Matt, no nos dijimos gran cosa, apartaba la mirada hacia la ventana muy seguido.

Después de unas dos horas de la visita de Matt vino Alexander.

-¡Cuenta!- grite emocionada. Era la primera vez que pedía tan emocionada un secreto, no me importaba lo que pensaran los demás.

-Que bueno que me saludes, si yo también me alegro de verte- me dijo, se sentó a un lado de mi en la cama.

-Hola, ¡cuenta!- en serio quería saber. Un rayo de sol se coló por mi ventana haciendo que quedará el cuarto iluminado de un bellísimo tono rojizo. El sol se escondía lentamente apartando cada vez más su luz, dejando el cielo en un hermoso azul obscuro.

-Como digas- puso sus manos en sus piernas -pero no te lo diré directamente te daré tres pistas ¿ok?. Asentí.

-¿Y si no se al final quien era?-pregunté.

-Ese será tu problema- le saque la lengua.

-Malo- susurre.

-Primera pista, el nombre de una de sus amigas empieza con S- en mi mente pensaba en nombres que empezarán con S. Vino a mi cabeza un nombre: Stacy.

-Continúa- pedí

-Bueno, segunda pista, una vez la fui a ayudar gracias a que me lo pidieron a gritos- Hmm, quien había estado en problemas, ¿Chloe?

-Creo que ya se- le avise.

-Tercera y última pista, la golpearon hace poco- ya estaba segura ¡era Chloe!

-Ya se- aplaudí -¡Es Chloe! ¿Verdad?

-No, no es- me estaba mintiendo ¡yo lo sabia! Nadie más tenía esos requisitos -eres muy idiota.

-Pero ¿por qué? No lo entiendo.

-Pues ¡no lo sé!- empezó a desesperarse -olvidemos esto, ahora me debes un secreto- sonrío pícaramente.

-¿Cómo que?- me quite un mechón de la cara.

-¿Te ha parecido lindo alguien que allá venido al hospital hasta ahora aparte de mi?- baje la mirada y el mechón que me acababa de quitar volvió a caerse en mi cara.

-¡Otra cosa!

-No, quiero saber eso- supongo que él creía que iba a decir Matt pero no lo hice.

-Un enfermero.

-¡Qué! ¡A Kassia Clyde le gusta el enfermero!.

-Baja la voz, es un hospital- susurre.

-JA, aun así no valió la pena tu secreto- exclamó.

-Oh, ¡vamos!

-Hmm, que tal ¿por qué me hablaste a mí el día que te golpearon?

-No lo sé, yo también lo pensé, pude hablarle a Matt o a mi padre o a al policía ¡pero no lo hice! Te diré la verdad, una palabra paso por mi mente cuando vi tu numero "Tarado cerca".

-¿Con que me quieres de guardia eh?

-¡No!- reí.

-Por primera vez hablamos sin que alguien sea golpeado y necesite ayuda o que sienta rabia porque me superaste en algo.

-Ja, ja, tienes razón.

-Bueno me iré, ya es tarde deberías dormir- en eso se va la luz completamente. Ya era de noche, me aferro a lo primero que encuentro, para mí mala suerte era el brazo de Alexander.

Cualquier otra chica hubiera amado este momento, pero yo estaba tan aterrada que ni siquiera pensé en el momento.

-T-tengo miedo- susurre.

-¿La oscuridad?- preguntó, negué con la cabeza.

-¿Si no hubiera luz en el hospital y tú tuvieras que dormir solo no estarías un poco... Aterrado?

-Creo que si- me puso una mano en la cabeza y acaricio mi pelo, siempre me sentía protegida con Alexander, es un poco... Extraño. Se separó un poquito de mí y puso la lámpara de su teléfono. Me separé lentamente.

-Lo... Lo siento- le dije.

-Esta bien, ¿tienes miedo a estar sola en la obscuridad, no?- me preguntó.

-S-si y en un hospital.

-Me das un poco de ternura, pero como no soy tan amigable, me deberás un favor a cambio de que yo te ayude- aviso, me miró un poco malévolo y me dio un poco más de miedo.

-M...malo, te o-odio Whitefox.

-Bueno, me quedaré aquí sentado hasta que te duermas.

-¿Gracias?

-Considéralo tierno de mi parte.

Había una silla a un lado de mi cama, el se sentó ahí, no me sentía incómoda con el cerca y el tampoco parecía incomodo. Después de unos minutos (quizá pensando que ya me había dormido) me puso una mano en mi cabeza, se notaba que nunca había hecho nada parecido porque me pasaba su mano con inseguridad, después ya se notaba más seguro, tomo unos mechones rebeldes y los acomodo detrás de mi oreja.

-"Te ves más tierna mientras duermes"- susurro, eso fue lo que entendí pues no le escuche bien. Se levanto y por un momento pensé que se iba a ir pero no. Camino directo a la ventana y se le quedo viendo, pero fue diferente a Matt.

Matt miraba la ventana incomodo, Alexander miraba el cielo nocturno con una sonrisa. Cerré mis ojos lentamente, caí en un sueño profundo. Me levante a las tres de la madrugada y vi que Alexander no estaba.

Me sobresalté y intente prender la lámpara tontamente, logre prenderla y me calme. Ya pude dormir tranquilamente otra vez. Me sentía bien dormí toda la noche y me levante hasta muy tarde y no fue por voluntad propia si no por culpa de la enfermera que me despertó para desayunar. Bueno creo que ya no era para desayunar si no para comer. Extrañaba ir a la escuela, aunque no me crean, se supone que volveré la siguiente semana. Gracias al cielo habíamos acabado una semana antes el proyecto si no lo hubiera tenido que hacer todo Alexander. Regresando también teníamos el concurso de deletreo, tendría una semana MUY ocupada.

Enemigo, ¡me gustas! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora