Capítulo 40

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*Narra simon*

Estoy de acuerdo con eso que la mayoría dicen, el mundo, la vida, Dios no sé que es pero lo que estoy viviendo es injusto, encerrado en este mugroso lugar acusado de matar a alguien que en realidad merecía morir, que no aportaba nada bueno al mundo, mató a alguien que sí que lo hacía y se fue sin pagar por ello. Y aunque no niego que me alegró saber que estaba muerto nunca me imaginé rogando porque en realidad estuviera vivo, nunca me imaginé pidiendo que no lo hubieran matado, porque su muerte se llevo mi libertad.

Había pasado los meses más horribles de mi vida, con la muerte de mi hermano estuve más que devastado y ahora seguía teniendo días horribles, parece que nunca se van a acabar, haber perdido mi libertad y estar encerrado entre cuatro paredes sin poder ver, acariciar y abrazar a la única persona por la que me levanto todas las mañanas a la única persona que hace que mi mundo tenga un rayo de luz; Adele.

Por fin todos los abogados de mi padre habían conseguido que me permitieran tener visitas, estaba deseoso por ver a todos, estaba desesperado por poder abrazarlos pero ese deseo y esa desesperación murió en el momento en que entré por la puerta que me llevaba a la sala de visitas y vi a Adele ahí de pie, mirándome y luchando consigo misma para no derrumbarse y aunque fracasó miserablemente porque sus lagrimas no cedieron a su propósito y rodaron libres por sus mejillas a penas sus ojos sus bellos y hermosos ojos conectaron con los míos, no pudo evitar desviar la vista hacia las esposas que mantenía en los pies y en las manos, no quería que me viera así, ni me gustaba ver como había estado sufriendo.

-detente - me dijo el guardia que me estaba acompañando cuando me dispuse a acercarme, me sacó las esposas y sobe mis manos - ten mucho cuidado con lo que haces, te estaré vigilando -detestaba la manera en la que era tratado aquí como si fuera la peor rata del mundo. No lo miré simplemente asentí, mis ojos seguían conectados con los de ella.

Estaba ahí parada tímida, nerviosa, angustiada y destrozada igual que yo, la diferencia es que ella tenía algo por lo que pensé nunca me iba a preocupar; Libertad.

-Adele - dije y me acerqué a ella deprisa tomándola por la cintura fuertemente alzándola y envolviéndola con mis brazos, ella no tardó en hacer lo mismo, se subió en mi con sus piernas en cada lado de mi cadera y sus brazos aferrados a mi cuello, soltó un gran sollozo pero no dijimos nada por unos segundos simplemente nos abrazamos, nos gritábamos sin hablar cuanto nos habíamos extrañado.

Después de un momento así, empecé a separarme un poco de ella aunque me estaba costando lo mío, Adele tenía su rostro metido en mi cuello y continuaba llorando.

-te he extrañado tanto - susurró. Tenía la voz rara ha de ser por todo lo que ha estado llorando.

- y yo a ti amor, yo a ti - dije bajándola de mi y besando su frente

-¿Cómo estás? - preguntamos los dos cuando nos separamos, Adele sonrió fugazmente y volvió a pegarse a mi abrazándome, poniendo su cabeza en mi pecho, volví a abrazarla y besar su cabello.

-estoy bien cariño, no te preocupes - dije sobando su espalda - tú cómo estás? - pregunté

-estoy.... Estoy bien- mintió. Sé que lo hacía porque no lo estaba, saltaba a la vista que se la ha pasado llorando; sus ojos extremadamente rojos, sus ojeras, incluso está mucho más delgada. Y me está matando verla así, no puedo permitir que se consuma por mi culpa. No puedo.

-vamos a sacarte de aquí - continuo. Sabía que seguía mintiendo o tal vez quería convencerse a si mismo que eso iba a suceder pero no estaba tan seguro, he hablado con los abogados, les he exigido que me dijeran la verdad y la verdad es que no tienen idea de cómo demostrar que yo no maté a aquel hombre, todas las pruebas apuntan hacia mí. Y eso me está volviendo loco, es como si todo hubiera estado preparado y yo simplemente caí en esa trampa de la vida. - Yo simplemente quiero que estés bien y que sepas que estaré aquí para ti -empezó a decir y nos miramos fijamente - y que no me mires así porque te juro que estoy bien - ella me conoce tan bien - estoy bien ahora que te tengo frente a mi - empezó a acariciar mi ya crecida barba.

Love In The Dark Donde viven las historias. Descúbrelo ahora