Capítulo 46

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Uní mis labios en una línea recta viéndolo a los ojos un nudo atado a mi garganta me impedía enviar aire a mis pulmones con normalidad por lo que me encontraba inhalando más fuerte, mis piernas intentaron fallar por un nanosegundo pero conseguí mantenerme de pie antes de verlo intervenir

-Mucho gusto Sr konecki – estiré mi mano disimulando lo mas que podía y rogando para que el me siga la corriente

Lo pensó por un segundo hasta que respondió

-el gusto es todo mío Srta..... Adele – tuvo mi mano entre las suyas unos segundos más de lo debido hasta que volví a la realidad que me quitaba su mirada en cuando escuché a Frederick toser –Es muy linda tu novia, felicidades. – finalizó sin quitar sus ojos de los míos.

-lo sé, soy la persona más afortunada del mundo de que ella sea mía ahora porque mira que me costó bastante convencerla – se acercó a mí y me dio un beso que me tomó desprevenida.

Reí incomoda.

Lo escuché suspirar pero no lo vi solo me dedique a mantener la mirada baja en algún lugar, perdida tal vez.

-al parecer necesitan de mi presencia – dijo de pronto.

Frederick y yo volteamos a ver y era el padre de simon que le estaba haciendo señas para que se acercara, me miró fijamente y esboce una sonrisa que él me devolvió. Estaba feliz de volver a verle.

-un placer volver a verte Frederick, espero nos podamos reunir a tomar algo un día de estos – dijo estrechando su mano con la de frede

-Seguro hay que estar en contacto – respondió

-claro que lo vamos a estar, te avisaré para coordinar - dijo simon y me miró – un gusto conocerla Srta. Adele, con permiso – finalizó dando pasos firmes a la dirección en que su padre continuaba esperándolo

Después de ese encuentro que me dejó con los nervios de punta los minutos pasaban como si de horas se tratase, no podía esperar el momento de salir de aquí. Definitivamente había sido una muy mala idea venir, me estaba reprendiendo a misma por no haber pensado antes en que esto podía suceder.

Estábamos reunidos en un pequeño círculo con varios colegas empresariales quienes se encontraban contando un poco de cómo habían llegado hasta donde están ahora, Frederick habló de su experiencia como médico y cuanto le costó estudiar la carrera de medicina pues solo contaba con una beca que le había otorgado la Universidad ya que sus raíces eran humildes, su familia vivía en el oeste de Europa mientras que el decidió residir aquí. Lo escuché hablar con entusiasmo acerca de las vidas que había salvado y un poco triste con las otras por las que no pudo hacer mucho, indicó a cuanto de estos eventos había participado antes pero como voluntario a impartir sus conocimientos en estos lugares en donde iban a brindar ayuda, ahora lo sigue haciendo pero muy pocas veces en forma presencial aunque no deja de tratar de enviar siempre a sus mejores médicos, me gustaba escuchar todas sus experiencias, de alguna manera me sentía feliz por él, como cuando tu mejor amigo cumple sus sueños, esa era la sensación que me producía escucharlo hablar de sus triunfos y me sentía un poco culpable por sentir como si el siguiera siendo solo un amigo por más esfuerzos que el haya hecho y que incluso yo misma hago día a día para obligarme a mirarlo de una forma diferente no puedo.

Me dispuse a caminar un poco sola por el salón y no lo estaba mirando, pero podía sentir como sus ojos estaban clavados en mí, sabía que era él podía sentir su claro mensaje; que lo mirara. Y así lo hice levanté la vista y mis ojos rápidamente buscaron a ese par de ojos grises de mirada profunda que me estremecía me dedicó una leve sonrisa y no lo pude evitar mi cuerpo reaccionó solo, mis labios se curvearon hacia arriba para devolverle el gesto. En ese momento escuché a mi lado un Clic y me voltee al instante

Love In The Dark Donde viven las historias. Descúbrelo ahora