Capítulo 47

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Habíamos entrado a la casa que él había hecho construir para nosotros, para mí por nuestro aniversario y por lo que dijo había mandado a hacerla con todos mis gustos y sí que lo pude notar cuando entré y vi prácticamente lo que pudo haber sido la casa de mis sueños. Afuera había una gran piscina. La casa era completamente blanca y los adornos totalmente hogareños. El piso era de un material que simulaba a la madera. La cocina era bastante amplia. La sala y el comedor tenían a su alrededor varios ventanales que a luz del día deben mostrar una vista maravillosa, aunque ahora todo se veía algo tenebroso con los rayos de la tormenta que estaba amenazando con llegar.

-necesitas algo? Agua? Un baño? Puedes ir a bañarte primero si lo deseas, Laura me dio un bolso con un par de prendas para ti y así puedas quitarte ese vestido. Si estas incomoda claro. Si no, puedes dejártelo puesto de cualquier forma te verías hermosa – dijo todo tan rápido

-estoy bien – dije en tono cortante

-ya no puedo soportar que tu no seas la que me ama – soltó de repente.

Suspiré y dejé derramar una sola lágrima de agonía y melancolía. Deambule por mi mente, dormida y despierta al mismo tiempo. Jugando con el tiempo que se escaba de mis manos y viendo como el cielo se oscurecía cada vez mas detrás de los ventanales y como la gran tormenta amenazaba con mostrarse.

Apreté los puños con fuerza a ambos lados de mi cuerpo y me limité a mirarlo

-¿por qué permitiste que pasara esto? – preguntó después de un momento en silencio. Se escuchaba cauteloso y cuidador en sus palabras

-no lo entiendes simon, no lo entiendes. Hay que dejarlo así. Lastimarnos ya no tiene caso. – negué con la cabeza limpiándome las lágrimas que empezaban a rodar por mis mejillas

-explícamelo Adele. Quiero que me digas lo que sientes. Necesito que me digas si es verdad. Si en serio ya no me amas. – se acercó y me tomó de los brazos pero me zafé rápidamente

-porqué? Por qué ahora? – Empecé a decir alejándome de él – por fin había logrado no pensarte demasiado. Sentí que mis ojos se habían secado por todo lo que lloré por ti. Pensé que podía volver a empezar que ya lo estaba logrando y vuelvas a voltear mi mundo a confundirme ¿Qué te da el derecho de hacerme dudar ahora? ¡¿QUÉ?! – pregunté con todas las emociones a flor de piel

-yo no quería que sufrieras y esperaras por alguien que no tenía esperanzas de salir en un futuro próximo. No quería que echaras tu vida a perder por mi causa. Entiéndelo. – respondió

Reí sin humor

-Seguí tu consejo, eso fue lo que hice. Salí e intente rehacer mi vida y mírate ahora. Estas aquí afuera; libre. Volteándome el mundo, diciendo que no soportas que sea yo la que no te ame. Cuando tu.... Tú fuiste el primero en dejarme de amar. – Dije en un hilo de voz – rompiste en dos mi corazón y eso no te importó.

Sus facciones endurecidas y el color grisáceo de su iris eran una tormenta de pensamientos. La expresión en su rostro cambió casi de inmediato. No podía saber lo que estaba pensando. Lucía como si u balde de agua hubiese caído sobre él. No hubo más que desconcierto y pena en su mirada. Sin embargo; trató de enviar cualquier clase de pensamientos a cualquier lado lejos de él, cuando se movió alrededor de la estancia y jaló de las hebras de su cabello.

-yo nunca te dejé de amar. Todo lo que hice lo hice justamente por eso. Porque te amaba. Porque te amo más que a mi vida – soltó viéndome a los ojos

Abrí la boca pero la cerré de golpe. El hilo de mis pensamientos corrieron a esconderse a algún lugar de mi cabeza y lo único que pude hacer fue evitar su mirada

Love In The Dark Donde viven las historias. Descúbrelo ahora