MALEC En la Escuela

ALEC

—Hablaba de él —señaló detrás de ellos dos —el de los ojos azules.

Alec se encontró con muchas emociones encontradas; sin duda se sorprendió por el comentario, se sintió ligeramente complacido, asustado -pues no sabía qué hacer-, y más cosas que le eran difíciles incluso de distinguir. Se le quedó mirando a Magnus, como esperando encontrar algún rastro de que estaba bromeando, pero el chico le devolvía la mirada simplemente divertido y después se alejó, por lo que sintió un gran alivio al no tener que contestar.

Apartó la vista de Magnus y la dirigió a sus hermanos, quienes ya lo estaban observando. Isabelle parecía a punto de estallar de risa y se aguantaba con todas sus fuerzas, pero aún así mostraba una gran sonrisa, Jace lo miraba claramente confundido y como pidiéndole una explicación, por lo que Alec sólo se encogió de hombros dramáticamente.

Clary y Simon se miraron, al no entender nada de lo que pasaba, por lo que el chico carraspeó.

—Entonces... ¿qué hacemos aquí? —dijo la pelirroja.

—¿Bromeas? vamos a divertirnos —Isabelle tomó a Clary y Simon de la mano y los guió a la improvisada pista de baile, seguidos por sus hermanos. Izzy le lanzó una mirada a Alec, como diciendo "tú sabes a qué hemos venido, voy manos a la obra".

Todos se pusieron a bailar. Isabelle parecía que lo tenía en la sangre, Clary poco a poco fue agarrando el ritmo y no lo hacía tan mal, no como su amigo nerd que hacía movimientos extraños, y Jace parecía un tronco viviente, pero igual lo intentaba (seguramente por la pelirroja). Alec se quedó inmovil en medio de todos, luego dijo que iría por una bebida y se alejó.

Claro que no iba a tomar nada, pero tenía que alejarse de ahí.

Parecía que el tiempo pasaba más lento en aquel lugar. El chico que llevaba las bebidas se acercó a él y le ofreció una, sin cobrarle y sin preguntarle, ¿Tan miserable se veía? La tomó sólo para tener algo en las manos y para evitar que le ofrecieran más.

De pronto llegó una chica y se sentó junto a él, claramente estaba borracha; él no podía entender nada de lo que decía. Se acercó mucho a él y éste no sabía cómo reaccionar, se apartaba de ella como podía. Después llegó quien Alec supuso que era su novio, pues después de llevársela junto a él, le dijo unas cuantas amenazas, en plan aléjate-de-mi-chica. Alec rodó los ojos; a veces la gente podía llegar a ser muy estúpida.

Cuando la pareja se alejó, el siguiente en acercarse fue el anfitrión de la fiesta. Alec sintió unas increíbles ganas de huir y salir corriendo de ahí, pero era demasiado tarde, Magnus se sentó en la silla que estaba frente a él. A pesar de tener la mesa en medio de ambos, Alec podía notar su cercanía; era de cierta forma, intimidante.

—Creo que no hemos sido presentados formalmente —dijo el chico y chocó su bebida con la suya, para después continuar: —Soy Magnus.

—Alec —contestó, sin poder evitar una sonrisa.

Se quedaron ambos en silencio, mirándose. Magnus no parecía darse cuenta, pero Alec sentía el pánico creciendo en su pecho.

—¿Puedo preguntarte algo? —dijo Alec, en parte por romper el silencio y también porque tenía la costumbre de decir lo que pensaba.

—Adelante.

—¿Qué... "motivo" tiene esta fiesta?

—¿Tiene que haber un motivo?

Alec se encogió de hombros. Magnus parecía divertido.

—El cumpleaños de mi gato —dijo al fin.

—¿Tu... gato?

—Es un gato muy especial

—¿Y dónde está?

—No lo sé —Magnus no apartó la mirada de Alec en ningún momento —salió, supongo.

De nuevo un largo silencio.

—Creo que... bueno... yo debería... —las palabras de Alec salían sin sentido de su boca.

—Claro —dijo Magnus como si entendiera perféctamente —deberías... unirte a la fiesta.

Alec no pudo hacer nada más que sonreír ligeramente y se levantó para ir a reunirse con sus hermanos, pero lo detuvo un grito.

Isabelle.

—¡Lo peor de todo es que lo sabía! —sin duda eran los gritos de su hermana pequeña —¡Lo sabía pero no lo quería creer! ¡Qué idiota!

Gran parte de los invitados parecían haber notado los gritos, a pesar de la música y el ruido. Simon les hizo señas a los chicos de la banda que tocaba, para que hicieran algo más fuerte, Clary y Jace corrieron hacia Alec.

—¿Dónde está Izzy? —preguntaron los hermanos al unísono y Jace maldijo al darse cuenta de su situación.

—¡Allá va! —Clary señaló un punto al fondo de la pista improvisada, no muy lejos de donde estaban. Isabelle salió de una habitación y azotó la puerta con furia.

Los chicos corrieron hacia ella. Alec fue el primero en llegar y la abrazó, intentó ser delicado pero Isabelle prácticamente se lanzó a sus brazos y se aferró muy fuerte. El chico miró a Jace, y vio su propia preocupación reflejado en sus ojos.

"¿Qué hacemos?" Jace formaba las palabras con los labios pero sin producir sonido. Alec sólo se encogía de hombros.

—Sólo quiero irme a casa —dijo Izzy con apenas unas lágrimas en sus mejillas. Típico de ella, haciendo como si nada le afectara. Era fuerte, pero no invensible, y Alec lo sabía.
—¿No quieres que primero vaya a darle una golpiza? A mí no me faltan ganas. Y Alec me acompaña.
—Jace, no. Sólo... hay que irnos.
Tanto él como Alec hicieron uso de todo su autocontrol para no ir a matar a Meliorn. Sabían que era mejor no meterse, y también sabían que Isabelle prefería resolver sus problemas por su cuenta.
—Lo siento, chicos —dijo Izzy dirigiéndose a Clary y Simon —no se suponía que debían pasarla así.
—Entendemos perfectamente —Clary le puso una mano en el hombro —Ve a casa.
—¿Es en serio? —todos, incluyendo a Isabelle, se sobresaltaron. Nadie había reparado en Magnus, que al parecer escuchó todo.
—¿Disculpa? —dijo Jace y Alec se tensó. Siempre era así: Jace atacaba y Alec defendía.
—Deberías quedarte —Magnus ignoró la pregunta de Jace y se dirigió a la hermana de éste —Eres Isabelle Lightwood, quedarte te hará bien.
Todos miraron al chico, confusos. Sin embargo Alec notaba que Magnus sabía lo que hacía. Unos segundos todo fue silencio, hasta que finalmente Isabelle sonrió como pudo.
—Tienes razón. —dijo, quitándose las lágrimas que tenía en las mejillas.
—Claro que tengo razón —le respondió y le hizo un gesto para que se volteara de espaldas. Lo hizo. —¿Sabes? Acabo de pasar por lo mismo —decía Magnus mientras le colocaba a la chica un collar. El collar que había sido de Camille. —Y, vamos, mírame.

Pero ella no lo veía a él, veía el dije que colgaba por su cuello.
—Esto... no creo que debería tenerlo...
—Claro que sí. Además... quedaría ridículo en tu hermano. —dijo esto último más bajo, pero aún así Alec alcanzó a escuchar, y sintió cómo se ruborizaba.

* * * * *

El tiempo era interminable para Alec. No tenía idea de cuánto llevaban ahí. Quería irse pero una parte de él sabía que Magnus tenía razón; que era una buena idea que su hermana se quedara por un rato y se olvidara de todo. Además fue un buen gesto del chico, que echó a Meliorn de su fiesta.

Por ahora, no había de qué preocuparse.

Clary se acercó a Jace y Alec, sin dejar de mirar a su alrededor.
—¿Alguno ha visto a Simon?
Ambos chicos negaron con la cabeza y segundos después se acercó Isabelle. Una borracha Isabelle.
—Ellos... tienen... Simon —decía la chica, entre risas.
—¿Simon? ¿Qué dices? —Clary le preguntó mientras la tomaba por los hombros, ya que se balanceaba.
—Ellos tienen... a Simon.
—¿Qué? ¿Quiénes? —Ahora era Jace quien preguntaba. Alec supuso que lo preguntaba más por ayudar a Clary que por el mismo Simon.
Isabelle señaló a un punto frente a ellos, o al menos eso intentaba.

Alec suspiró. Al parecer si había de qué preocuparse.